A casi 30 años de trabajar en un almacén, el señor Lino está por jubilarse y Nin, un joven sin experiencia, ocupará su lugar.
En Almacenados, del catalán David Desola, se representa “el ciclo de la vida” que transcurre en una bodega vacía, con la actuación de Fernando Bonilla (Lino) y Sergio, su hermano (Nin), que rinden homenaje a su padre, Héctor Bonilla, quien protagonizó esta obra durante más de 10 años y tuvo que suspender su participación “por tema de salud” en octubre del año pasado, durante la temporada que hacía en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Sergio Bonilla contó a La Jornada que esta tragicomedia, ahora con funciones en el Centro Cultural Helénico, es una crítica a la precariedad, incertidumbre, sumisión y falta de sentido en el entorno laboral.
En ella, recordó, se desarrolla la historia de Lino, quien durante cinco días capacitará a Nin en un almacén, “donde aparentemente nunca pasa nada. Pese al abismo generacional, un hombre a punto de jubilarse y un joven arrinconado por la falta de horizontes y el peso de una silenciosa mentira crearán un vínculo especial: la conciencia compartida de los vencidos”.
El también conductor de la Hora Nacional agregó: “Es un texto universal y toca fibras que, por fortuna o desgracia, no pasan de moda. Es un gozo hacerlo en familia y los personajes han crecido con nosotros luego de varios años”.
Acerca de su personaje, señaló: “Si bien no tiene especificada la edad en el texto, sí abona a la tensión dramática y al desarrollo natural de la obra el hecho de que sea un hombre muy joven y uno viejo, para el contraste y significado de la obra. Incluso, jugamos con la posibilidad de que éste podría ser un solo personaje, es decir, quién era, hacia dónde va o en qué se va a convertir... el ciclo de la vida”.
“Hemos hecho nuestro el texto”
Fernando relevó a su padre en el papel de Lino, pues cuando la obra se escenificaba en el Centro Nacional de las Artes tuvieron que sacar el barco a flote debido a que Héctor Bonilla dejó esa temporada. “Ahora en el Helénico es una buena experiencia, pero también hemos resingnificado el texto; lo hemos hecho más nuestro”.
Es inevitable, subrayó Sergio, que “mi padre flote en el ambiente, pues él hizo el personaje durante mucho tiempo; sus diálogos resuenan con su esencia, personalidad, experiencia y todo lo que nos ha enseñado y seguimos aprendiendo de él”.
Puntualizó: “Mi padre está bien; en días recientes ha tenido una franca mejoría, aunque no hemos tenido mucho tiempo para vernos, cuando le llamo lo escucho bien, pues el termómetro de la voz es clave. Por fortuna ha tenido buen ánimo, lo que significa que va para arriba”.
Sin duda, agregó, “extraña su trabajo, es su vida; eso es lo que más inyecta energía; ahora va poco a poco. Es un hombre muy disciplinado, inteligente y consciente de que tiene que aceitar la máquina de manera paulatina”.
En Almacenados, “es inevitable abordar la temática sobre la explotación laboral que cuestiona si la vida puede ser algo más que trabajar cinco días a la semana y descansar dos. En la obra, dos personajes que parecen radicalmente distintos pasan de la desconfianza inicial a la complicidad, así como se impone en la rutina burocrática”.
Sergio es actor de teatro, cine, televisión y doblaje mexicano como fue con el personaje Remy para la película Ratatouille, de Disney-Pixar. Fernando, además de actor, es director y dramaturgo, así como cofundador de la Compañía Puño de Tierra. Ha dirigido 25 puestas en escena como Almacenados, A ocho Columnas, Los Ingrávidos y Algo en Fuenteovejuna.
La crítica al esquizofrénico ritmo del capitalismo, que significa Almacenados, dirigida por Fernando Bonilla, se devela los sábados a las 19 horas y los domingos a las 18 horas en el Teatro Helénico, ubicado en avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn. La temporada concluye el 26 de junio.