Ocuilan, Méx. Cansados de las falsas promesas de las autoridades federales y estatales, pobladores de diversas comunidades de Ocuilan cerraron la circulación de la carretera Santiago-Chalma, para exigir la presencia de la Guardia Nacional y la Policía del Estado de México para frenar la tala clandestina que prolifera en esta zona limítrofe con Morelos.
Arnulfo Gómez, presidente del comisariado de bienes comunales de San Juan Atzingo indicó que esta ya es una vieja demanda que no han querido atender las autoridades, pues dese hace más de 10 años se ha pedido apoyo para combatir a los talamontes, que han devastado más de cinco mil de las 12 mil hectáreas de bosque tenía este municipio.
La carretera Santiago-Chalma es la principal vía de acceso al Santuario del Señor de Chalma, uno de los sitios más visitados en el estado, sobre todo en domingo, por lo cual, las autoridades municipales de Malinalco y Ocuilan postearon mensajes en redes sociales, alertando sobre el cierre de la carretera e pedían a los visitantes tomar rutas alternas, como la carretera Jajalpa, Malinalco y la nueva autopista Lerma-Malinalco para llegar al Santuario.
Desde las 9:00 horas, los pobladores de Santa Martha y San Juan Atzingo, principalmente, se congregaron en la carretera para iniciar su protesta. De inmediato los dos carriles fueron cerrados a la circulación.
La policía municipal de Ocuilan, con apoyo de efectivos de la policía estatal, hicieron cortes de circulación para desviar a los automovilistas hacia Malinalco.
El exalcalde de Ocuilan, Félix Alberto Linares, fue quien desde inicios de la década pasada comenzó a denunciar el saqueo indiscriminado de madera de los bosques de Ocuilan, y en 2016 fue víctima de un atentado, del que salió ileso.
Otros pobladores de la comunidad de San Juan Atzingo, principalmente, se han convertido en defensores de los bosques y han pedido apoyo a organizaciones ambientalistas para que las autoridades los atiendan.
También se han creado brigadas de comunuros vigilantes pero ahora ya no es posible hacerle frente a los grupos organizados dedicados al saqueo de madera en estos bosques pues llegan en grandes contingentes y con personas que portan armas de grueso calibre.
Hace un par de años una comisión de pobladores de San Juan Atzingo acudió a Palacio Nacional a demandar apoyo de las autoridades federales y enviaron a la Guardia Nacional, quienes solo estuvieron unas semanas y después se fueron para nunca volver.
“Están exterminando los bosques y las autoridades no hace nada. Por más denuncias que se hacen nadie mueve un dedo. Se les han dado incluso hasta coordenadas de donde está ocurriendo el saqueo y nada. Hay una total negligencia y no quieren atender este problema”, dijo uno de los pobladores que participó en la protesta.
Arnulfo Gómez apuntó que tal ha sido la devastación, que de las nueve lagunas que había en la zona, ahora solo quedan tres y están a punto de desaparecer.
En la protesta participaron hombres, mujeres, niños y personas de la tercera edad. Portaban cartulinas con leyendas, como “Sin árboles no hay vida” “Ni un árbol más talado” “Digas lo que digas, sin bosque no respiras” y “Dónde está el gobierno?
Mientras, en la carretera se quedaron algunos autobuses de turismo con peregrinos que se dirigían al Santuario del Señor de Chalma.