Entre otros retos, la transformación sanitaria en México debe “desmedicalizar los sistemas de salud, es decir, eliminar las inercias que durante décadas han prevalecido no sólo en cuanto a la provisión de servicios y su base financiera, administrativa, laboral y de información, sino en cuanto a la idiosincrasia”, aseguró Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en la inauguración de la segunda Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Pensamiento Crítico en Salud.
El nuevo sistema que se impulsa, agregó, pone a las personas y a las comunidades en el centro de la acción y no a los aparatos de administración de los servicios. Subrayó que el objetivo central del cambio es proveer servicios para quienes no cuentan con seguridad social.
En el auditorio de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, advirtió que no se puede emprender un cambio profundo si no hay consenso, conciencia pública y suficiente fuerza de movilización política local y regional para aspirar a la satisfacción del derecho a la salud. “De ahí, la necesidad imperiosa de que los pueblos se movilicen. La sociedad organizada de forma gremial, social, territorial, cultural, etcétera, pero que se movilice de manera cada vez más organizada con la idea clara de que la salud es un derecho humano y que estados y naciones tienen la obligación de garantizarlo”.