Dubái. El gobierno de Yemen y los rebeldes hutíes acordaron renovar la tregua, en vigor desde el 2 de abril, por otros dos meses, informó ayer la Organización de Naciones Unidas (ONU), cuando estaba a punto de expirar el actual acuerdo.

Los combates estallaron en 2014 cuando los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, descendieron de su enclave norteño y tomaron el control de la capital, Saná, lo que obligó a huir al gobierno reconocido internacionalmente. Una coalición de liderazgo saudita intervino en la guerra a principios de 2015 para intentar restaurar al gobierno en el país.

La guerra en Yemen ha matado a unas 150 mil personas, incluidos unos 14 mil 500 civiles, causado millones de desplazados y provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo. La ONU y ONG advierten regularmente del riesgo de una hambruna a gran escala.

“Me gustaría anunciar que las partes en conflicto han acordado con la ONU una renovación de la actual tregua en Yemen por dos meses adicionales”, dijo el enviado especial de la organización para Yemen, Hans Grundberg.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien prometió que la paz en Yemen sería prioridad de su gobierno, celebró la prolongación de la tregua, y pidió que sea “permanente”.

Además de un alto el fuego, que ha sido relativamente respetado, el acuerdo prevé medidas como la reapertura del aeropuerto de la capital, Saná, a los vuelos comerciales, la facilitación del suministro de combustible y el levantamiento de asedios impuestos a algunas ciudades, para aliviar el sufrimiento de la población.

Grundberg subrayó: “Para que la tregua pueda aprovechar plenamente su potencial, será necesario adoptar medidas adicionales, en particular en lo que respecta a la apertura de carreteras y las operaciones de vuelos comerciales”.