Ciudad de México. Al concluir las campañas electorales en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, las directivas de los partidos contendientes insisten en polarizar los posibles escenarios del próximo domingo: la fuerza política oficialista integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México sostiene que arrasará con las seis gubernaturas. Esa postura choca con el cálculo de la coalición Va por México (de PAN, PRI y PRD) que asegura ganará Aguascalientes, Durango y Tamaulipas.
El partido Morena –que hace mancuerna con sus aliados petistas y verdes– contempla obtener las seis gubernaturas. Hasta el cierre de los actos de campaña, autorizados por la norma electoral, esa fuerza política asegura ganará Aguascalientes que a lo largo de dos décadas se ha constituido como un bastión del PAN. No obstante, los panistas se declaran seguros de mantener la plaza que junto con Durango forma parte de la dupla de entidades donde se plantea echar sus reales a favor de la coalición Va por México.
Precisamente en Durango se espera que el domingo, los electores acudan en importante cuantía a las urnas. La oposición al gobierno de ha armado para conservar el gobierno local, a pasar de la insistencia morenista por señalar que, durante el proceso del domingo, los votantes darán vuelta al optimismo de panistas y priístas.
Ayer, el Partido Acción Nacional (PAN) también consideraba que en Tamaulipas los abanderados de Va por México habrán de alzarse con el triunfo. En las semanas recientes se ha divulgado la narrativa de que César Verástegui, el candidato de Va por México, ha crecido en la obtención de preferencias respecto a Américo Villarreal, impulsado con un notable respaldo de parte de Morena y sus aliados.
A pesar de los mensajes cruzados de las fuerzas contendientes, que insisten en acuerparse en la narrativa de un triunfo arrasador o uno parcial (con dos o tres de las gubernaturas disputadas), el electorado se enfrenta a dos visiones contradictorias, que más que generar certeza, producen confusión entre los más de 11 millones de personas que están convocadas a las urnas.