En su defensa, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, reveló una conversación con Manuel Velasco Coello –sin el consentimiento de éste– en la que el senador le advierte de “amenazas” supuestamente formuladas por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y la intervención de Miguel Ángel Osorio Chong, ofreciéndose como intermediario, en los días previos a la votación de la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Anoche, en su cuenta de Twitter, Velasco Coello reprobó el comportamiento de Moreno, y explicó el contenido de sus posturas: “He sostenido pláticas privadas con Alejandro Moreno desde hace más de 20 años, como esta llamada que él decidió grabar sin mi consentimiento, violando la confianza al hacerlo unilateralmente y en la que yo hablé a título personal.
“Lamentablemente el contenido fue desvirtuado, ya que en ningún momento amenacé a nadie, al contrario, yo reflexioné y compartí mi opinión como en todas las conversaciones que ambos hemos tenido, siendo en todo momento respetuoso de sus decisiones. Es una convicción personal, ya que en mi calidad de Senador tengo diálogo todos los días para construir acuerdos con base en el respeto y el entendimiento.”
En el audio, Velasco se asume como El güero, mensajero del secretario de Gobernación, que advirtió a su “hermano” Alito, que la supuesta amenaza implicaría a la Fiscalía Especializada en Materia de Corrupción, que llevaría el proceso contra el priísta.
Ayer el dirigente priísta se presentó al auditorio Plutarco Elías Calles, del CEN del PRI, donde fue aplaudido por el senador Manuel Añorve y Augusto Gómez Villanueva entre otros, y denunció que el gobierno federal “es terrorista; es una dictadura que ha generado una campaña de odio”, contra sus opositores.
También dio a conocer un peritaje –elaborado por un experto, y aseguró– que desestima el audio difundido por Layda Sansores, la gobernadora de su estado, por el cual él se expresa de forma denigrante de los reporteros. Y al cuestionarle si de ser señalado de violencia verbal contra los informadores, ahora se coloca como el defensor de los reporteros, replicó que no es momento de hacer caso a esos “distractores”, que, de él en 30 años, no se ha conocido ataque alguno a los informadores.
De su conversación con Manuel Velasco, Alito no respondió si haberla grabado constituía un delito, y tomó la decisión de grabar a su amigo, “mi hermano” Manuel Velasco sin anunciarle que así lo haría, pues “grabe esta plática por seguridad”.