San Salvador. Nayib Bukele cumple hoy tres años en el poder en El Salvador enarbolando su “guerra” frontal contra las pandillas y la reducción de la violencia como principal logro de su gobierno, un plan que le ha valido apoyo popular pero también fuertes críticas.
La lucha contra la violencia pandillera del millennial de 40 años, ávido usuario de las redes sociales, cuenta con una aprobación de 91 por ciento de la población, según una encuesta de Cid Gallup.
Tras el asesinato de 87 personas en el país del 25 al 27 de marzo, Bukele decretó un estado de excepción que ha sido prorrogado, y al amparo del cual han sido detenidos sin orden judicial unos 37 mil presuntos pandilleros.
La organización de derechos humanos en El Salvador Cristosal informó que 65 por ciento de las 808 denuncias de capturas que han registrado durante los dos primeros meses del régimen de excepción involucra a personas de las que se desconoce el paradero, por lo que podrían calificarse como casos de desapariciones forzadas. El perfil de las personas detenidas arbitrariamente durante esta medida que tomó el gobierno de Bukele son hombres de 18 a 30 años que habitan en zonas urbanas pobres.
Según las denuncias recibidas por Cristosal, también tienen en común que son personas con tatuajes, que han tenido causas judiciales abiertas y que son el principal sustento de su núclero familiar.
Rina Montti, directora de Investigación en Derechos Humanos de la organización, dijo que en la mayoría de los casos aún se desconoce el paradero de estas personas. “Lo lamentable es que a estas alturas todavía hay familias que no saben dónde están sus detenidos, los cuales se llevaron en las primeras dos semanas del régimen”, lamentó.
Para el criminólogo Ricardo Sosa, Bukele ha tomado acciones contra las pandillas “que están generando un impacto en su capacidad de daño”, y pese a que están “en desbandada o escondiéndose”, no desaparecerán a corto plazo.