Jamie Dimon, presidente y presidente ejecutivo de JPMorgan describió los retos a los que se enfrenta la economía estadunidense como un “huracán” en el camino e instó a la Reserva Federal (Fed) a tomar medidas contundentes para evitar que la mayor economía del mundo entre en recesión.
“Es un huracán”, dijo Dimon en una conferencia bancaria, añadiendo que la situación actual no tiene precedentes. “Ahora mismo hace un poco de sol, las cosas van bien. Todo el mundo piensa que la Fed puede manejar esto. Ese huracán está ahí fuera, en la carretera, viniendo hacia nosotros. Solo que no sabemos si es uno menor o la supertormenta Sandy”, señaló.
La Fed se encuentra bajo presión para frenar una tasa de inflación que triplica su objetivo de 2 por ciento y que ha provocado un aumento del costo de vida de los estadunidenses. Se enfrenta a la difícil tarea de amortiguar la demanda lo suficiente como para frenar la inflación sin provocar una recesión.
“La Fed tiene que hacer frente a esto ahora con una subida de tasas y un ajuste cuantitativo (QT, por sus siglas en inglés). En mi opinión, tienen que hacer un QT. No tienen otra opción porque hay mucha liquidez en el sistema”, dijo Dimon.
La recesión será corta: Wells Fargo
Por su parte, el presidente ejecutivo de Wells Fargo, Charlie Scharf, advirtió que a la Fed le resultará “extremadamente difícil” manejar un aterrizaje suave de la economía, ya que el banco central busca apagar la llama inflacionaria con fuertes alzas de las tasas de interés.
El jefe del cuarto prestamista más grande de Estados Unidos también dijo que Wells Fargo está viendo un impacto directo de la inflación en el gasto de los consumidores, particularmente en combustible y alimentos.
“El escenario de un aterrizaje suave es… extremadamente difícil de lograr en el entorno en el que nos encontramos hoy”, advirtió Scharf en una conferencia.
“La economía necesita ralentizarse para controlar la inflación. Si hay una recesión corta, no es tan profunda… habrá algo de dolor a medida que pasa, en general, pero todos estarán bien al salir de ella”, comentó.
“Las corporaciones todavía están gastando, donde pueden están aumentando los inventarios… esperamos que el consumidor y, en última instancia, las empresas se debiliten, lo cual es parte de lo que la Fed está tratando de diseñar, pero con suerte de una manera constructiva”, agregó.
Hay solidez, pero también preocupación
Los últimos informes y encuestas de la Fed indican que los hogares se encuentran en una posición financiera sólida, que las familias trabajadoras están bien y que el desempleo se encuentra en niveles más parecidos a los años de auge de las décadas de 1950 y 1960.
Los salarios de muchas ocupaciones poco cualificadas están aumentando y las cuentas bancarias, por término medio, siguen repletas de dinero procedente de los programas de ayuda por el coronavirus.
No obstante, la confianza ha disminuido y en una reciente encuesta de Reuters/Ipsos la economía encabezaba la lista de preocupaciones de los encuestados.