Río de Janeiro., La comunidad médica y científica de Brasil se encuentra preocupada por la detención del proceso de vacunación contra el covid-19, en un momento en el que hay un crecimiento de afectados y muertes causados por el virus.
Al ser el segundo país del mundo con más muertes (más de 665 mil) y el tercero en casos, casi 31 millones, la llegada de las vacunas fue clave para que Brasil redujera durante el último año las cifras de contagios.
Según datos del Ministerio de Salud, hasta esta semana cuatro de cada 10 niños de entre 5 y 11 años no habían sido inoculados contra el covid-19 en el país sudamericano, lo que contrasta con los altos índices registrados a inicios de este año cuando se empezó a vacunar a los más pequeños, que llegó a ser de 61 por ciento.
Apenas 34 por ciento de los niños menores de 11 años tienen el ciclo completo de vacunación, y sólo 18 por ciento de la población con 80 años o más recibió la cuarta dosis.
Para Luciana Tucori, especialista en enfermedades infecciosas de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), “la situación actual en Brasil es preocupante, porque desde hace unas semanas vemos un incremento de las curvas de contagios, al mismo tiempo en que la curva de la vacunación no crece”.
Tucori afirmó a la agencia Xinhua que “no esperamos que surja una nueva gran ola de covid-19, pero si llega una variante más contagiosa, podemos tener números muy malos en términos de hospitalizaciones y muertes nuevamente por la falta de vacunación”.
Al preguntarle sobre las causas que llevaron a este retraso de la vacunación, la especialista aseguró que hay un fallo en la comunicación y en el mensaje desde las autoridades.
“La comunicación no es directa con las personas. Cuando se dice ‘todo el mundo se tiene que vacunar’, por ejemplo, los jóvenes de 20 años no creen que este mensaje sea para ellos, por lo que no acuden a los puestos de vacunación”, lamentó.
Por su parte, la infectóloga Giovanna Sapienza apuntó que “con la flexibilización de las medidas de prevención y el regreso a la normalidad, muchas personas ya dieron por acabada la pandemia y no quieren vacunarse más”.
También criticó que “el movimiento antivacunas en Brasil logró convencer a muchas personas de que no era necesario vacunarse, ya que el riesgo de enfermar de forma grave era muy pequeño”.
En tanto, el Ministerio de Salud Pública de Cuba reportó 31 nuevos casos de coronavirus y ningún fallecido.
Hasta el momento, la pandemia tiene un saldo de 528 millones 861 mil 378 casos confirmados y 6 millones 287 mil 563 fallecidos, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.