América Latina y el Caribe es la única región del mundo en donde los matrimonios infantiles no han disminuido en los últimos cinco lustros y ocupa el segundo lugar global en embarazos adolescentes, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Se calcula que una de cada cuatro niñas en la región se casa o entra en una unión temprana antes de cumplir 18 años. Este tipo de enlaces se relacionan con las desigualdades de género, pobreza, violencia, embarazo adolescente y además ponen en riesgo la vida, salud y educación de las niñas y adolescentes.

En ONU Mujeres para las Américas y el Caribe “estamos abogando para que las uniones y matrimonios”, si es que ocurren, “sean a partir de los 18 años, porque es cuando son consideradas adultas de acuerdo con los códigos civiles y penales de los países”, señaló en entrevista María-Noel Vaeza, titular del organismo regional de Naciones Unidas para las mujeres.

La doctora en derecho y ciencias sociales por la Universidad de la República del Uruguay expuso que estas situaciones se dan sobre todo en zonas rurales o indígenas y consideró que muchas veces las motiva la pobreza.

“A veces es una venta, cuando hay tanta pobreza no tienes seguridad alimentaria y seguimos siendo (las mujeres) un objeto. Ése es el problema”. Por eso no es poco habitual escuchar: ‘te cambio a mi niña por dos cabras’. Esto sigue dándose en todo el mundo; esa objetivización, porque no nos ven con nuestros derechos humanos plenos, por eso tenemos que seguir defendiendo los derechos humanos de las mujeres y las niñas, necesitamos protección y garantía del Estado”.

Señaló que en la región hay “20 mil menores de 12 años embarazadas, eso es terrible”. Sin la intención de justificar la situación, expuso que “ahí se mezcla la violación con las uniones tempranas, con la pobreza, con no poder mantener a las hijas y entonces los padres las dan”, eso sucede especialmente en comunidades indígenas, comunidades pobres”.

Vaeza, visitó México la semana pasada para la consulta regional de la Recomendación General 39 del Comité Cedaw. En esa ocasión dijo que dicha observación sobre los derechos de las mujeres y niñas indígenas, entre otros aspectos, “condenará las uniones tempranas”.

Y es que “hay varios países de nuestra región en que las uniones tempranas están subiendo, mientras en África están bajando. Por eso ONU Mujeres, junto con los fondos para la infancia y de población de la ONU, “estamos recabando los datos”, para actualizar el panorama, y emprender acciones.

También lamentó que “la pobreza en nuestra región tiene cara de mujer, y cara de mujer indígena o afrodescendiente o de mujer discapacitada”, y recordó que del 7 al 11 de noviembre de este año se realizará en Buenos Aires, Argentina, la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, con el tema “la sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género”.