Ciudad de México. Entre bromas y un ambiente relajado transcurre la segunda semana de la jornada de vacunación contra el covid-19 a residentes de la Ciudad de México de 12 a 17 años cumplidos, con el biológico Pfizer (que no hayan recibido una inmunización previamente o les falte la segunda dosis); a mayores de 18 años con CanSino (que no hayan recibido la primera dosis -no se aplicarán segundas dosis-); así como a adultos mayores y mayores de edad con otro tipo de comorbilidades con CanSino y Sputnik-V quienes hayan recibido su última dosis hace por lo menos 4 meses del lunes 30 de mayo al viernes 3 de junio.

“Nos la hemos llevado tranquilos”, afirmó el doctor, Romeo Adalid Martínez Cisneros , director Jurisdiccional Sanitario en la alcaldía Venustiano Carranza, al señalar que ningún joven se ha echado para atrás y cuando llegan a este Centro de Salud ya vienen listos para vacunarse.

Si acaso alguna broma surge por ahí cuando preguntamos a algún grupo del público: “listos y alguien responde por ahí: nooo! Estoy nervioso y yo les digo: no se preocupen yo también”.

Entre la población joven que este lunes acudió a las 10 de la mañana a su vacunación, en el Centro de Salud T-III Beatriz Velasco de Alemán, ubicado en la Avenida Eduardo Molina, esquina Peluqueros, colonia Michoacana, Alcaldía Venustiano Carranza, prevalecían jóvenes de entre 12 y 15 años que cursan la secundaria.

Alexa de 12 años comenta que “estaba preocupada de que me fuera a contagiar al ir a algún lugar por no tener la vacuna. Si dolió un poco pero ya pasó”.

Dany de 15 años, estudiante de tercero de secundaria opina que “sólo tenía una dosis, me faltaba la segunda. No me perdí de mucho porque casi no salgo, pero sí dejé de salir a jugar futbol en el deportivo Moctezuma”.

Neri Alexis Torres, de 13 años, estudia la secundaria y dice entre risas: “me dedico al deporte, quiero ser boxeador en peso pluma o mosca. Entreno en el Maracaná de Tepito. No me veo como alguien quiero ser yo. No me había vacunado porque me daba miedo”.

Erik Ramos López, de 17 años, quien quiere ser músico, cuenta que una de sus principales preocupaciones al no tener la vacuna es que “me fuera a contagiar, como tengo las defensas bajas; que no podía ver a algunos familiares y me perdí de algunos convivios. Por lo general cuando salía tomaba mis precauciones”.