En el Día Internacional de la Higiene Menstrual, que se conmemoró ayer, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó al Estado a que en la agenda política, legislativa, pública y de sostenibilidad ambiental se incluya, con especial relevancia, la salud menstrual y a que se visibilice como elemento indispensable para posibilitar el ejercicio pleno de diversos derechos humanos.
Se debe “deconstruir la visión y cultura patriarcal de estigmatizar y desestimar este proceso biológico, asociado a partir de tabús de lo oculto, íntimo, sucio e incluso vergonzoso o del que no se puede hablar en público”.
Es fundamental, señaló, reconocer la salud menstrual como derecho transversal que garantiza, a su vez, otros como el de la salud sexual y reproductiva, a la no discriminación, a la dignidad humana y a vivir una vida libre de violencia.
Se suma a feministas
Se sumó a las voces feministas a llamar a las autoridades e instituciones a romper con los tabús, a través de condiciones básicas que así lo permitan, como la provisión de productos gratuitos y/o a bajos costos; la creación, adecuación o mejoramiento de infraestructuras sanitarias, principalmente en zonas rurales y/o comunidades indígenas; el acceso y suministro suficiente de agua potable y el saneamiento.
En un pronunciamiento, la CNDH expuso que combatir la pobreza menstrual que viven las mujeres, niñas, adolescentes, personas trans y no binarias “constituye un pendiente importante en la agenda gubernamental a nivel nacional”.