No parece haber duda de que en 2018 alcanzó el poder un nuevo régimen. Muchos críticos no aceptan que haya habido cambios significativos y un buen número piensa que el actual gobierno imita al viejo partido único. Examinemos algunos hechos que parecen estar generando un nuevo escenario político.
¿Subsiste el tapadismo? Durante 60 años la sucesión presidencial era definida por el presidente saliente, él designaba quién sería su sucesor y así nació la figura popular del “tapado”. Varios analistas insisten en que el presidente actual determinará quién será el candidato oficial de Morena. Sin embargo, el mismo mandatario ha dicho que no determinará como antes a su sucesor, pero muchos comunicadores sostienen que esto simplemente es hipócrita y que el Presidente tendrá su tapado. No creen que haya sido sincero al dejar que compitan varios de sus colaboradores y suponen que llegado el momento él habrá de decidir en una forma muy parecida al antiguo tapadismo.
Otra novedad está en la revocación de mandato. Por primera vez los ciudadanos tienen un instrumento que les permite destituir a un presidente cuando es insatisfactoria su gestión. El actual régimen reformó la Constitución para permitirla. El experimento funcionó hasta cierto punto, si tomamos en cuenta que acudieron a votar más de 17 millones de personas, pero no fue suficiente para alcanzar la validez. El Tribunal Electoral ha criticado severamente el ejercicio, señalando diversas fallas. Sin embargo, esta práctica puede tener un gran significado en los periodos futuros.
En las elecciones de 2021 las impugnaciones fueron muy reducidas y los distintos actores se mostraron satisfechos con los resultados. El gobierno apretó fuerte para que no hubiera fraudes y el INE cumplió su tarea. Resultó la elección de mitad del término de mayor calidad a pesar de que fue la más grande y compleja de la historia.
Novedades también en la SCJN y en el Congreso. Las sesiones de la Corte eran por lo regular aburridas y previsibles. Hoy los debates son observados por la ciudadanía con gran interés. Por lo que toca al Congreso no sólo sus sesiones son espectaculares, sino que el Ejecutivo no ha podido impulsar algunas reformas que se había propuesto.
Son innumerables los rasgos que han cambiado en el sistema político. Según los críticos no son significativos, pero para muchos la política mexicana está viviendo tiempos nuevos.
