Para evitar que “se sigan vulnerando los derechos” de las personas con “discapacidad sicosocial, habría que “reconocer a la locura como parte de la diversidad humana”, plantearon los participantes en la cuarta Marcha del Orgullo Loco, la cual avanzó desde el Ángel de la Independencia hacia la Puerta de los Leones en Chapultepec, donde realizaron un mitin.
En un ambiente festivo, pero sobre todo de denuncia por los atropellos en el sistema asilar, los ex usuarios y sobrevivientes de los servicios de salud mental, de los hospitales siquiátricos y de los sicofármacos, aseveraron que “los electroshocks no son un tratamiento, tampoco una solución, son tortura”.
Con cartulinas y mantas denunciaron violaciones a los derechos humanos del sector y consideraron que la reforma en materia de salud mental tiene aspectos “positivos”, pero se requiere de presupuesto y de una “transformación más profunda”, no sólo es ir abandonando paulatinamente el modelo de hospitales siquiátricos, hay que “cambiar nuestra idea de lo que es sano y de lo que es patológico en temas de salud mental, expuso Víctor Lizama, uno de los organizadores.
Antes de que comenzara la romería, se escuchó fuerte: “El que no salta es normal”, “fuera el maltrato en los hospitales siquiátricos” y “que no los engañe su blanco delantal, son los que torturan en el hospital”.
Ilse Gutiérrez, otra de las convocantes, expuso que “se trata de transformar el enfoque, pasar del enfoque asilar y de reclusión, y transitar a uno realmente comunitario. No sólo pretender empastillar y siquiatrizar; queremos intervenciones respetuosas de los derechos humanos, de la libertad de las personas y se requiere una agenda de trabajo y presupuesto”.
Acompañados por integrantes de diversos países de la RedEsfera Latinoamericana de la Diversidad Sicosocial, Locura Latina, Lizama criticó el estigma social hacia las personas con diagnósticos mentales, “sobre todo el de la peligrosidad” y remarcó que “venimos a denunciar las violencias siquiátricas que sufrimos y a exigir nuestros derechos plenos”.
Las personas con discapacidad sicosocial “tenemos derecho a tener trabajo, educación y a construir un proyecto de vida” y denunció que “cuando recibes un diagnóstico siquiátrico, sobre todo de una enfermedad mental grave, estás en riesgo de que restrinjan tu derecho a la capacidad jurídica. Tenemos que cambiar nuestro entendimiento de la salud mental”.
Datos de la Organización Panamericana de la Salud refieren que “los problemas de salud mental son la principal causa de discapacidad en el mundo”. Entre ellos la depresión, ansiedad, demencia y uso abusivo de alcohol. A escala mundial, sólo 10 por ciento de quienes necesitan atención mental la reciben.