En un país con 3.6 millones de niños en edad escolar en condiciones de pobreza extrema y 23.9 por ciento en hogares sin acceso a una adecuada alimentación, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, garantizar que todos los estudiantes de escasos recursos reciban al menos una comida saludable “debe ser una prioridad de Estado”, afirmaron directores de educación básica.
El Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC), creado en el ciclo escolar 2007-2008, logró, en poco más de una década, atender de forma gradual a 25 mil 697 planteles, es decir, 11.1 por ciento del total, con una cobertura de 3.2 millones de alumnos, en su mayoría de primaria, quienes se beneficiaron de un horario extendido, pero sólo un millón 300 mil logró acceder a una comida caliente en su escuela.
La exigencia de diversos sectores por dar continuidad al PETC, desaparecido en 2021 ante la evidencia de anomalías en su manejo, reportadas por la Auditoría Superior de la Federación, que detectó incumplimientos y opacidades en el uso de los recursos, llevó al gobierno federal y a la Secretaría de Educación Pública (SEP), a modificar su programa estrella: La Escuela es Nuestra (Pleen).
El pasado 28 de abril, la dependencia federal publicó nuevas reglas de operación del Pleen, en el que nuevamente se incluye el horario extendido (en jornadas de seis y ocho horas) y el servicio de alimentación.
Sin embargo, cada comunidad escolar decidirá si usa los recursos del programa en construcción, mantenimiento, rehabilitación equipamiento, al pago de una “ayuda extraordinaria” a docentes y directivos para cubrir el horario extendido o dar servicio de alimentos. La asignación de los fondos deberá concluir a más tardar el 14 de diciembre de este año, y su recepción en las escuelas debe terminar el último día hábil de marzo de 2023.
La implementación del Pleen establece que será la Secretaría del Bienestar (SB), y no la SEP, la que asesore, guíe y verifique la integración de los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP), a los que se entregarán los recursos una vez que se hayan registrado en la SB, a fin de integrar las actas de asamblea y las cartas compromiso para definir el destino de los recursos.
Las comunidades escolares serán responsables de pagar, mediante un recibo, a docentes, directores e intendentes que sólo cuenten con una plaza y amplíen su horario laboral, al menos dos horas. Previa verificación con la SEP de que “efectivamente están adscritos a esos centros de trabajo”.
El Pleen también establece que se podrán destinar hasta 15 pesos por niño para dar el servicio de alimentos, y deberá ser sin costo alguno adicional para las familias. Este beneficio, al igual que el horario extendido, también se aplicará en los servicios educativos del Consejo Nacional de Fomento Educativo.