Sídney. El archipiélago de Vanuatu declaró estado de emergencia climático y anunció un plan de mil 200 millones de dólares destinado a atenuar las consecuencias del cambio climático.
En un discurso ante el Parlamento antier, el primer ministro Bob Loughman reconoció que la región Pacífico está ya afectada por el fenómeno de la subida de las aguas y por acontecimientos climáticos violentos.
Este archipiélago de 300 mil habitantes ha sido azotado por dos poderosos ciclones y por una devastadora sequía en la última década.
“La tierra es ya demasiado cálida y poco segura”, declaró Loughman y aseguró: “Estamos en peligro ahora y no solamente en el futuro”. El parlamento apoyó unánimemente esta moción, similar a otras declaraciones de emergencia climática de decenas de países, entre ellos Gran Bretaña, Canadá e Islas Fiyi.
Esta declaración se produce mientras Vanuatu lleva a cabo una campaña diplomática para obtener un dictamen legal de la Corte internacional de Justicia, la mayor jurisdicción de la Organización de Naciones Unidas, sobre las consecuencias del calentamiento climático.
En Estados Unidos, las advertencias de condiciones críticas de incendio abarcaron gran parte del suroeste ayer y las cuadrillas en el norte de Nuevo México trabajaban para contener el crecimiento del incendio forestal activo más grande del país.
El incendio de siete semanas, el más extenso en la historia de Nuevo México, ha consumido mil 272 kilómetros cuadrados de bosque en un terreno accidentado al este de Santa Fe desde que inició en abril como dos incendios planificados.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias de bandera roja de condiciones críticas de incendio para algunas zonas de Arizona, Colorado, Kansas, Nevada, Nuevo México, Oklahoma, Texas y Utah.
Lluvias torrenciales
Al menos 35 personas murieron en medio de las fuertes lluvias caídas en el noreste de Brasil desde el martes, tan sólo ayer 33 en el estado de Pernambuco, reportaron autoridades locales consultadas por la agencia Reuters, cuando los aguaceros azotan ciudades en la costa atlántica, en la cuarta gran inundación en la nación sudamericana en cinco meses.
Al sur de China, al menos 15 personas fallecieron a causa de las lluvias torrenciales, reportaron medios estatales.
En la aldea indígena Los Pinos, en el noreste de Guatemala, una mujer y sus seis hijos pequeños murieron en un deslizamiento de tierra provocado por los intensos aguaceros en la zona, reportaron autoridades de protección civil del país.