El Pachuca, que fue líder en la fase regular y no perdió ninguno de sus ocho partidos como local, enfrenta esta noche al Atlas, campeón defensor, en la definición del título de la Liga Mx con una desventaja de 0-2 en el marcador global. En un estadio Hidalgo con localidades agotadas, los Tuzos tienen como única posibilidad emular la hazaña que logró el América en el verano de 2002, cuando remontó la misma cantidad de goles ante el Necaxa para coronarse en el Azteca.
Aquella noche milagrosa del 26 de mayo, las Águilas obligaron los tiempos extra con los tantos de Christian Patiño e Iván Zamorano y, después de que los Rayos se quedaron sin Luis Pérez por expulsión, sentenciaron el encuentro con el 3-0 de Hugo Norberto Castillo. Pasaron 20 años desde entonces. Sin embargo, el antecedente sirve de inspiración a los dirigidos por Guillermo Almada para creer que la épica es posible.
“No fue nuestra mejor noche”, reconoce el joven Kevin Álvarez tras la derrota en el juego de ida frente a los rojinegros; “pero confío plenamente en que juntos, con nuestra gente, le vamos a dar la vuelta a esto”.
Habrá lleno
Para el duelo de hoy, los boletos tuvieron un precio único de mil 500 pesos y, aunque hubo protestas de aficionados en redes sociales, la directiva informó ayer que no quedaron lugares disponibles. “Gracias, afición. ¡Vamos juntos mañana con todo!”, se leyó en su cuenta oficial de Twitter.
Ambos equipos llegan con plantel completo y las dudas que existían en los rojinegros sobre Anderson Santamaría, quien recibió asistencia médica en el partido de ida, se despejaron, pues el zaguero peruano estará disponible para el desenlace del Clausura 2022.
Con cualquier empate o derrota hasta por un gol, el trofeo quedará en manos del Atlas por segundo torneo consecutivo y bordará su tercera estrella desde la temporada 1950-51, cuando logró la primera. En caso de ser bicampeón, el conjunto de Diego Cocca se unirá a Pumas (2004) y León (Apertura 2013 y Clausura 2014) como los únicos con ese distintivo desde 1996, cuando se comenzaron a disputar los torneos cortos en México.
“Bicampeonato es una palabra muy fuerte y ambiciosa”, afirmó el argentino a pocas horas de meterse en el estadio Hidalgo; “pe-ro tengo jugadores que confían en que pueden merecerla”.