Ciudad de México. Una exploración “al fenómeno histórico de Cuba, la revolución y su épica sobrevivencia” devela en el documental Fidel de cerca… un retrato íntimo de Fidel Castro, al hombre detrás del uniforme, al estratega, al político y máximo líder revolucionario quien “puso en el mapa” a esa nación.
Con idea original del cineasta mexicano Eduardo Flores Torres, quien dirige junto con su compatriota Gabriel Beristáin y el cubano Roberto Chile, la cinta –sin narrador– recrea y desmitifica con diversos testimonios, hilvanados con numeroso material de archivo, a uno de los personajes más emblemáticos y controversiales de nuestro tiempo.
El largometraje se estrenó en Cuba, en diciembre de 2019, despúes llegó la pandemia, pero a pesar de la emergencia sanitaria “ha tenido vida alegre en el circuito de festivales, ganando premios y reconocimientos”. Tendrá una función especial en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario, el miércoles primero de junio y después temporada en ese mismo recinto, así como en el Cinematógrafo del Chopo, hasta el 23 del mismo mes.
Minuciosa y titánica tarea
Sobre el trabajo, Flores Torres contó en entrevista: “Desde 2015, quise explorar la historia del fenómeno de Cuba, su revolución, los tremendos retos que ha enfrentado, los errores que ha cometido, junto con las figuras emblemáticas que han llevado a este país a tener una prominencia a escala mundial, pero de manera especial, al comandante Fidel Castro".
En el documental se observa al hombre detrás del mito, cuyo objetivo “fue conocer de la voz de los más cercanos, sobre cómo pensaba y actuaba Castro Ruz en los momentos más difíciles”, entre los testimonios destacan los de familiares, amigos, algunos de sus más cercanos colaboradores que son además, grandes íconos culturales y de la política cubana e internacional.
Aunque no es un recuento cronológico estricto de los sucesos históricos, a lo largo de 104 minutos aparecen Max Lesnik, Alfredo Guevara, Fidel Castro Díaz Balart, Alejandro Castro Soto del Valle, Mariela Castro Espin, Aleida March, Silvio Rodríguez, Amaury Pérez, Emma Castro Ruz, Eusebio Leal, Alberto Juantorrena, Javier Sotomayor, Elián González y Ndaba Mandela, entre otros personajes que recrean la figura y legado de Castro Ruz.
Para esta minuciosa y titánica tarea, Eduardo Flores sumó esfuerzos con Gabriel Beristáin, ambos fueron a Cuba, hicieron contactos y propusieron el proyecto, el cual “llegó en un momento interesante, pues ya estaba muy deteriorada la salud de Fidel”.
En ese momento, recordó, “mientras el estado cubano se debatía en cómo iba a ser la transición a una revolución sin Castro, lo que era impensable; la familia se preguntaba si sería bueno revelar un poco más de la historia del comandante o seguir con la línea oficial, de que era casi un hombre sin familia, sin sentimientos, que nada más se dedicaba al Estado”.
Después “comenzó la investigación, contactamos gente, pero llegó la muerte de Castro, el 25 de noviembre de 2016, la cual paralizó el proyecto más de un año y medio; lo retomamos con la venia de la familia y entrevistamos a personajes en Cuba, México y Estados Unidos.”
El documental se estrena el primero de junio en el Centro Cultural Universitario. En la imagen Fidel Castro y Nelson Mandela. Foto cortesía de la Filmoteca de la UNAM.
El realizador puntualizó: “Aquellos grandes enemigos de Castro y de la revolución, reconocen que el documental tiene un importante valor, porque reúne por primera vez, voces tan variadas, como la de ex embajadores y académicos estadunidenses, que abordan el tema de este personaje único en la historia contemporánea de América Latina”.
Otro elemento que ha destacado en la producción, “es la grandísima recopilación de los materiales de archivo, pues todas las imágenes que aparecen corresponden al acto del cual se está narrando; incluso la disidencia cubana de Miami, han reconocido que, aunque no están de acuerdo con Fidel, el documental aporta muchísimo material de estudio para entender al personaje y al fenómeno que ha sido Cuba”.
Cabe destacar, dijo el director, que “un país prácticamente desconocido, subdesarrollado en el Caribe, de 10 millones de habitantes, en el curso de dos generaciones, que son alrededor de 50 años, se ha convertido en una nación de prominencia internacional irrefutable en el campo de las artes, la política, la educación, los deportes, incluso militarmente”.
Relación familiar
En la cinta, aunque “siempre traté de alejarme de los aspectos políticos, fue muy difícil, pero sí enfaticé la historia en conocerlo a él, en verlo sin uniforme, en hablar con su familia para que me dijeran cómo era como papá. De hecho hay fotografías donde el comandante juega con sus hijos o asiste a los festejos de cumpleaños. Estas imágenes, son del álbum familiar que ellos directamente nos proporcionaron”.
También se recuerda cómo Castro Ruz impulsó las campañas de alfabetización, la preparación de médicos, el énfasis en la agricultura, la cultura como parte imprescindible para la sociedad, así como la histórica hazaña de los cinco oficiales de inteligencia cubana presos en Estados Unidos y el periplo que vivió el pequeño Elián González, en ese mismo país y la lucha por regresarlo a la isla con su padre. En ambos casos, Fidel Castro estuvo atento, fue motor y fortaleza imprescindible para que retornaran a la isla.
“Creía que Fidel era único, pero ahora que lo analicé, filmé y revisé los materiales, me di cuenta que es un personaje épico, como probablemente no habrá otro, porque los formatos de liderazgo actuales han cambiado, porque el que está a base de palabra, de tribuna, de discurso –quizá– esté extinto”.
Al comandante, subrayó el director, “no sólo la inteligencia y los estudios lo acompañaron, sino también la buena suerte; pues sobrevivió tantos ataques directos a su persona, así como saber y poder utilizar la coyuntura internacional para dejar a Cuba en un mejor lugar, como fueron los casos de los cinco cubanos y de Elián”.
“El tema de Elián –agregó– fue un episodio en la larguísima disputa, muy politizada, entre los cubanos de la isla y los de la diáspora en Florida, que sacudió al mundo entero por lo dramático del suceso”.
Eduardo Flores Torres adelantó que prepara otro trabajo audiovisual sobre el presidente chileno Salvador Allende, asesinado en el palacio de La Moneda, en 1973, el cual tiene relación con el documental de Castro, pues “ambos fueron desafiantes del imperio del norte y tienen muchas cosas en común en esta América Latina, tan difícil de entender”.
Fidel de cerca… se concretó “gracias a la ayuda de mucha gente, pero especialmente de Gabriel Beristáin, Roberto Chile y Adriana Moya”. La función especial será el primero de junio en la sala Julio Bracho del CCU de la Universidad Nacional Autónoma de México, a las 19 horas, con entrada libre sólo para esta proyección y cupo limitado. Se contará con la presencia de Flores Torres y sesión de preguntas y respuestas.
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