Ciudad de México. En el Día Internacional de la Higiene Menstrual, que se conmemora hoy, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó a todas las autoridades del Estado mexicano, en sus diversos ámbitos y competencias, a que se visibilice a la salud menstrual como un elemento indispensable que posibilita el ejercicio pleno de diversos derechos humanos.
Se pronunció porque “se deconstruya la visión y cultura patriarcal de estigmatizar y desestimar este proceso biológico, asociado a partir de tabús de lo oculto, íntimo, sucio e incluso vergonzoso o del que no se puede hablar en público”. Pidió que se incluya con especial relevancia a la salud menstrual en la agenda política, legislativa, pública y de sostenibilidad ambiental del país.
Señaló que es fundamental reconocerla como un derecho transversal que garantiza, a su vez, otros como el de la salud, a la no discriminación, a la dignidad humana y a vivir vida libre de violencia.
Con ello se suma a las voces de las colectivas feministas a fin de hacer un llamado a las autoridades e instituciones del Estado a romper con los tabús que aún persisten en torno a este tema, a través de las condiciones básicas que así lo permitan, tales como la provisión de productos gratuitos y/o a bajos costos; la creación, adecuación o mejoramiento de infraestructuras sanitarias, principalmente en zonas rurales y/o de comunidades indígenas; el acceso y suministro suficiente de agua potable y al saneamiento, entre otros.
Para la CNDH, combatir la pobreza menstrual que viven las mujeres, niñas, adolescentes, personas trans y personas no binarias constituye un pendiente importante en la agenda gubernamental a nivel nacional. Sobre todo, expuso, para combatir las condiciones de precariedad que enfrentan aquellas que por su especial condición de vulnerabilidad y/o contexto de marginación no pueden acceder a los productos básicos para su higiene menstrual, y tampoco cuentan con espacios dignos y servicios de agua potable y saneamiento para ejercerlo, lo que vulnera su derecho a la salud en transversalidad a la protección de sus derechos sexuales y reproductivos.