Como parte del programa piloto de afiliación comenzado en 2019, a la fecha tienen seguridad social más de 46 mil trabajadoras del hogar, informó Zoé Robledo, titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien propuso a los países que integran la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), la creación de un “observatorio de afiliación” para el sector.
En el primer Encuentro latinoamericano de instituciones de seguridad social y organizaciones de personas trabajadoras del hogar, a través de un videomensaje, el también presidente de la CISS hizo mención de que “en diciembre de 2018 la Suprema Corte de Justicia de la Nación admitió que continuar con la exclusión del trabajo doméstico del régimen obligatorio del seguro social era inconstitucional.
“Meses después, las cámaras de Diputados y Senadores aprobaron cambios para que el trabajo doméstico tuviera los mismos derechos que poseen otros sectores productivos. Por eso, en marzo de 2019, el IMSS y la Secretaría del Trabajo pusimos en marcha un programa piloto para incorporar a trabajadoras(es) del hogar al sistema de seguridad social. Así nació un nuevo modelo de aseguramiento”.
Marcelina Bautista, directora del Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar, expresó a este medio que existen “muchos avances”, y citó la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo; “sin embargo, falta promover un trabajo digno hacia el sector”.
Debido al carácter del plan, agregó, sólo 2 por ciento de las 2.2 millones de trabajadoras domésticos están afiliadas, lo cual “es muy poco, no es suficiente. Hay empleadoras que no se están obligando a incluirlas. Urge un cambio en la ley para que sea obligatorio”.
Por lo anterior, “98 por cientono tiene contrato por escrito”, y la pandemia agudizó la precariedad laboral, generó “desempleo, despidos injustificados, reducciones de sueldo, de días de trabajo (hubo compañeras que dejaron con tres, cuatro días o una vez a la semana de labores), y muchas fueron despedidas. Las empleadoras aprovecharon el momento, ya no las llamaron nuevamente”.
Robledo, a su vez, indicó que el “observatorio”, serviría como “referencia para que todos los países puedan consultar políticas públicas, regulaciones, buenas prácticas, y experiencias sobre la cifra de seguridad social. “Invito a que todo el continente garantice un piso parejo de oportunidades y derechos con base en la experiencia de los últimos años”, y resaltó la labor de Bautista.