Las tecnologías de espionaje como el software Pegasus, de la empresa israelí NSO Group, con el que se intervinieron unos 50 mil números de teléfonos celulares de periodistas, políticos, activistas, entre otros, en 45 países, 15 mil de ellos en México, son herramientas “completamente incompatibles con la democracia e ilegales”, que no pueden justificarse por los Estados bajo el argumento de que se usan para protegerse de los criminales, coincidieron expertos.
En un conversatorio organizado por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM, los eurodiputados Carles Puigdemont y Diana Riba, integrantes del comité para investigar los casos de espionaje con Pegasus en la Unión Europea, señalaron que herramientas de este tipo son “incontrolables” a pesar de la legislación.
El ex presidente catalán Puigdemont, quien fue espiado a través del citado software, aseveró que Pegasus y otros sistemas son “armas de destrucción masiva de derechos fundamentales”. No se trata, dijo, de regular o de encontrar una legislación más garantista para las tecnologías de este tipo, pues son ilegales.
Además, sostuvo, actualmente existen mecanismos de espionaje electrónico “perfectamente regulados y limitados”, que no permiten lo que Pegasus sí, “que es hacer la copia de un clon de tu yo”. Esto, agregó, “es una bomba al estado de derecho y a la idea de la seguridad jurídica”.
Riba refirió que en Cataluña, entre 2017 y 2021, fueron espiadas 65 personas con dicho software, incluida ella misma. Ante esta problemática, manifestó que es desde la ciudadanía donde se puede presionar a los gobiernos para que sean transparentes, “porque al final Pegasus está destruyendo nuestras democracias” y acaba con “nuestra diversidad política, periodística, de opinión”.
Espionaje de grandes corporaciones
Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor, quien igualmente fue espiado con Pegasus, enfatizó que en México –durante el gobierno de Peña Nieto– hubo casos como el de él, en los que detrás del espionaje estaban grandes corporaciones. “El Estado estaba sirviendo para dar información a estas grandes economías globales, principalmente en este caso las de bebidas azucaradas, porque estábamos tratando de elevar el impuesto” para éstas.
Indicó que lo que se resuelva en el parlamento europeo puede influir a nivel global.