Ciudad de México. Para impedir que “se sigan vulnerando los derechos” de las personas con “discapacidad psicosocial”, habría que “reconocer a la locura como parte de la diversidad humana”, plantearon los participantes en la cuarta marcha del Orgullo Loco, la cual avanzó por Reforma, desde el Angel de la Independencia hacia la Puerta de los Leones en Chapultepec, en donde realizaron un mitin.
En un ambiente festivo, pero sobre todo de denuncia sobre los atropellos que implica el sistema asilar, los ex usuarios y sobrevivientes de los servicios de salud mental, de los hospitales psiquiátricos y de los psicofármacos, aseveraron que “los electroshocks, no son un tratamiento, tampoco una solución, son tortura”.
Cargando cartulinas y mantas, así como una maqueta de un recinto psiquiátrico, en el que se leía “manicomio”, denunciaron violaciones de los derechos humanos del sector y consideraron que la reforma en materia de salud mental tiene aspectos “positivos, sin embargo requiere de presupuesto y de una “transformación profunda”, no solo es ir abandonando paulatinamente el modelo de hospitales psiquiátricos, “cambiar nuestra idea de lo que es sano y de lo que es patológico en temas de salud mental, expuso Víctor Lizama, uno de los organizadores de la marcha.
En el Angel de la Independencia, previo al comienzo de la romería y a bajo un intenso sol, se esuchó fuerte: “el que no salta es normal”; “fuera el maltrato en los hospitales psiquiátricos”, “psiquiatra muerto, abono pa’ mi huerto” y “que no los engañe su blanco delantal, son los que torturan en el hospital”. Ilse Gutiérrez, otra de las convocantes, expuso que “se trata de transformar el enfoque, pasar del enfoque asilar y de reclusión, y transitar a uno, realmente comunitario. No solo pretender empastillar y psiquiatrizar; queremos intervenciones respetuosas de los derechos humanos, de la libertad de las personas y se requiere una agenda de trabajo y presupuesto”.
Acompañados, de integrantes de diversos países (Chile y Uruguay; por ejemplo) de la RedEsfera Latinoamericana de la Diversidad Psicosocial, Locura Latina, Lizama criticó que “estigma social” que se le atribuye a las personas con diagnósticos mentales, “sobre todo el, de la peligrosidad” y remarcó que “venimos a denunciar las violencias psiquiátricas que sufrimos, y a exigir nuestros derechos plenos”.
Aseveró que “las leyes que permiten el internamiento y tratamientos contra la voluntad, sean modificadas. Esto afirmativamente acaba de suceder; hubo una reforma en materia salud mental a la Ley General de Salud que tiene muchos hechos positivos. Sin embargo la transformación debe ser más profunda”.
Aseveró que “las personas con discapacidad psicosocial tenemos derecho a tener trabajo, educación y a construir un proyecto de vida” y denunció que “hay un desbalance de poder entre la persona usuaria que ha recibido un diagnóstico y la autoridad clínica, sobre todo los psiquiatras. Cuando recibes un diagnóstico psiquiátrico, sobre todo de una enfermedad mental grave, estás en riesgo de que restrinjan tu derecho a la capacidad jurídica. Tenemos que cambiar nuestro entendimiento de la salud mental”.
Según la Organización Panamericana de la Salud “los problemas de salud mental son la principal causa de discapacidad en el mundo”. Algunos de los principales padecimientos son depresión, ansiedad, demencia y uso abusivo de alcohol. Se estima que el 20 por ciento de días saludables perdidos se deben a padecimientos mentales y a escala mundial, solo 10 por ciento de quienes necesitan atención o tratamiento de salud mental lo reciben. .