Badiraguato, Sin., Dos camionetas que trasladaban a periodistas de Culiacán hacia Guadalupe y Calvo, Chihuahua, como parte de la gira que realiza el presidente Andrés Manuel López Obrador por el norte del país, fueron interceptadas ayer por la mañana por un grupo de hombres que portaban fusiles AK-47 y quienes les preguntaron si llevaban armas.
En el poblado de Bacacoragua, sobre la carretera en construcción, que va de Badiraguato a Parral, Chihuahua, entre ocho y 10 hombres con trajes militares, huaraches, insignias en el brazo –con dos naranjas y el número siete– y radios de transmisión portátil, supervisaron todos los vehículos que transitaban por la zona para interrogar a sus ocupantes también sobre el lugar al que se dirigían.
Bacacoragua se ubica a unos 10 kilómetros de La Tuna, lugar donde nació el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, actualmente preso en Estados Unidos.
Alrededor de las 8:30 horas, las dos camionetas que trasladaban a cerca de 20 reporteros de la fuente presidencial y locales, además del área de comunicación social del gobierno sinaloense, fueron detenidos por los hombres armados, a quienes explicaron “vamos al evento del Presidente”.
–¿Qué traen ahí?
–Son cámaras.
–Pero están apagadas, ¿verdad? –les advirtieron.
Desde la puerta de una de las camionetas, uno de los que portaban un AK-47 colgada a la espalda, les soltó: “¿No traen armas?” Impactados por la pregunta, los periodistas respondieron que “no” y añadieron que iban a Guadalupe y Calvo a cubrir el comienzo de la tercera Jornada Nacional de Sembrando Vida.
A lo largo del trayecto, de más de cinco horas, no se observaron elementos de seguridad de ninguno de los tres niveles de gobierno. En tanto, Guadalupe y Calvo –donde el Presidente encabezó, pasado el mediodía, el acto de Sembrado Vida– se encontraba custodiado, desde la entrada, por elementos del Ejército Mexicano.
El mandatario arribó en helicóptero, tras supervisar la construcción de la carretera Tamazula-Canelas y Badiraguato, en el corazón del llamado Triángulo Dorado, zona de producción y trasiego de drogas.
Por la noche, los reporteros retornaron a Culiacán, Sinaloa. Desde Guadalupe y Calvo hasta Bacacoragua fueron escoltados por tres vehículos artillados del Ejército.