Las ventas minoristas en México, el principal indicador de la actividad del consumidor, moderaron su crecimiento mensual y anual en marzo; pese a ello, lograron consolidarse por arriba de los niveles de antes de la pandemia (enero de 2020), revelaron los Indicadores de Empresas Comerciales que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los ingresos reales por suministro de bienes y servicios de las empresas comerciales al por menor avanzaron 0.4 por ciento en marzo respecto del incremento de uno por ciento de febrero, lo que es la variación mensual más baja desde diciembre pasado.
Por su parte, las ventas minoristas de empresas comerciales en México reportaron un aumento durante el tercer mes del año de 3.6 por ciento frente a marzo de 2021, su variación más baja de un año.
En medio de aumentos en los precios al consumidor y de un modesto crecimiento económico (de uno por ciento en el primer trimestre del año, respecto del último trimestre de 2021), los ingresos del comercio minorista superaron los registros previos a la pandemia y están 1.2 por ciento por arriba de sus niveles registrados antes de enero de 2020, por segundo mes consecutivo.
Datos del Inegi precisan que las ventas por Internet, el cuidado a la salud, ferretería y tiendas de autoservicio y departamentales son las que se han recuperado a niveles que tenían antes de la pandemia. Los más rezagados son textiles y calzado, alimentos y bebidas, así como esparcimiento.
La venta de abarrotes, alimentos y bebidas profundizó su caída anual, de 3.4 por ciento en febrero a 7.3 por ciento en marzo, mientras las tiendas de autoservicio y departamentales se moderaron de 7 a 4.5 por ciento en el periodo de referencia.
En tanto, el comercio al por mayor en el mes de marzo reportó un alza de 2.2 por ciento con respecto a febrero, cuando en este mes tuvo un avance de 0.1 por ciento. Así, las ventas mayoristas están 10.2 por ciento arriba de los niveles de enero de 2020.
De acuerdo con Ángel Huerta, analista económico de Ve por Más, los efectos de la emergencia sanitaria en el consumo, el empleo, y la movilidad serán cada vez menores y aunque no desaparecerán por completo sí permitirán la rotación del gasto en mercancías al de servicios, aunque por otro lado la variable seguirá afectada por la pérdida del poder adquisitivo ante la elevada inflación.
“Condiciones sanitarias menos adversas y la evolución de algunos indicadores económicos respaldaron al comercio, el desempleo se moderó a 3.5 por ciento y más personas se reincorporan al mercado laboral. Además, las remesas mantuvieron un avance de 12.6 por ciento y el crédito al consumo creció 2.8 por ciento. Lo que logró compensar parcialmente la inflación de 7.45 por ciento.”