En su análisis de decisión de política monetaria los miembros del Banco de México (BdeM) incluyeron los efectos del Paquete contra la inflación y la carestía (Pacic), mismo que, aunque creen que va en la dirección correcta, no impidió que las expectativas de inflación para este y el siguiente año continuarán deteriorándose.
En la minuta de la reunión en la que el banco central decidió incrementar la tasa de referencia en medio punto porcentual para ubicarla en 7 por ciento, algunos miembros señalaron que dicho paquete tendrá efectos moderados sobre la inflación, no obstante, uno destacó que la revisión al alza de los pronósticos se dio incluso tomando en cuenta el Pacic.
En dicho documento, que no identifica por nombre a quien emite la opinión, uno de los integrantes de la junta de gobierno destacó que las diversas medidas van por el camino indicado al tratar de mejorar las condiciones por el lado de la oferta, con el potencial de incidir en el proceso de formación de precios y en las expectativas de inflación, por lo que podría contribuir a reducir, en el margen, las presiones.
Para la junta de gobierno del instituto central, el paquete contra la carestía presentado por el gobierno y la iniciativa privada puede ser un factor para ayudar a disminuir los niveles de inflación del país, siempre y cuando sus efectos sean mayores a los esperados.
En este contexto, todos los elementos del banco destacaron que las expectativas de inflación para 2022 y 2023 se incrementaron de manera importante. Uno de ellos comentó que las expectativas de inflación general correspondientes al cierre de 2022 se ubican en 6.75 por ciento, al registrar un incremento de 2.5 puntos porcentuales en lo que va del año. Añadió que dicha revisión se ha dado a una velocidad mayor a la observada en otros episodios inflacionarios.
En tanto, algunos destacaron que las expectativas para el cierre de 2023 se ubican por encima del límite superior del intervalo de variabilidad. Algunos apuntaron que las expectativas de inflación para los próximos 12 meses se encuentran en niveles cercanos a 5 por ciento.
Asimismo, la mayoría señaló que las expectativas a mediano plazo aumentaron. Uno más notó que las expectativas a largo plazo se revisaron marginalmente al alza, a un nivel de 3.55 por ciento, al tiempo que subrayó que nunca habían alcanzado este nivel desde que comenzó su medición.
En la decisión de incrementar la tasa de referencia del BdeM en medio punto porcentual sólo voto en contra la subgobernadora Irene Espinosa, quien argumentó que un incremento de tres cuartos de punto porcentual era necesario para lograr la convergencia a la meta dentro del horizonte de planeación y reforzar la credibilidad en el compromiso del banco con su mandato prioritario de mantener la estabilidad de precios.
En otro apartado de las minutas, en donde no se aclara si es Espinosa o algún otro miembro de la junta, se dice que incrementar la tasa en tres cuartos de punto sería un mensaje más fuerte del compromiso con el objetivo prioritario. Además de que esa medida disiparía aún más cualquier duda sobre la autonomía y refrendaría la obligación moral con el segmento más vulnerable de la población.