San Francisco. Con una actuación sobresaliente del veterano Klay Thompson, los Golden State Warriors eliminaron ayer a los Dallas Mavericks por 120-110 (global 4-1) y sellaron su regreso a las Finales de la NBA por primera vez desde 2019.
Los Warriors disputarán sus sexto cetro de la liga en las ocho últimas temporadas, una marca que no se veía desde los Chicago Bulls de Michael Jordan (1991-98), de la mano del mismo trío estelar de figuras formado por Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green.
Aunque Curry no tuvo su mejor noche de cara al aro (15 puntos con cinco de 17 en tiros de campo), su baja aportación en puntos se compensó con el acierto ofensivo de Thompson y el resto de sus compañeros, que resolvieron el partido en favor de Golden State.
Además de Thompson (32 puntos con ocho triples de 16 intentos), Andrew Wiggins (18 puntos y 10 rebotes) y Draymond Green (17 puntos, seis rebotes y nueve asistencias) fueron los mejores elementos de unos Warriors que contaron con el factor sorpresa de Kevin Looney, quien logró 10 puntos y 18 rebotes.
Con su triunfo sobre los Mavs de Luka Doncic, cuya reacción fue tardía y no pudo evitar la derrota (28 puntos, nueve rebotes y seis asistencias), los Warriors se coronaron como el mejor equipo de la Conferencia Oeste y ahora pelearán por el anillo ante el ganador de la eliminatoria de la Este, entre los Miami Heat y los Boston Celtics, que dominan por 3-2.