El conocimiento de la historia de las culturas y civilizaciones antiguas es altamente importante y significativo para la humanidad contemporánea, considera el escritor Adrián Curiel Rivera a propósito de la reciente redición de su novela Vikingos: Los verdaderos descubridores de América (Lectorum), que será presentada hoy a las 12 horas en la Casa Universitaria del Libro (Orizaba 24, colonia Roma).
“En esas historias encontramos mucho de lo que somos y mucha actualidad, así como problemas que siguen siendo vigentes. Espejearnos en una historia medieval, que podría ser totalmente ajena a nosotros, nos lleva a preguntarnos muchas cosas, por ejemplo, sobre el sentido de la democracia: quiénes la representan, hasta qué punto no es una ficción, hasta qué punto en una edad pasada, en la que a pesar de que existían la Ley del Talión o el Culleum o pena del saco, por mencionar algo, tenían instituciones sociales mucho más avanzadas que las actuales”, señala.
“En una asamblea vikinga había mucho más justicia que en cualquier sesión de nuestras cámara de Diputados y de Senadores, por ejemplo.
“Me interesa mucho hacer un espejeo que no sea tan evidente; es más bien tangencial; pero sí hay una intención también de vernos reflejados en nuestra actualidad y de que reflexionemos sobre valores básicos que nos constituye como comunidad, como sociedad.”
Doctor en literatura española e hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Madrid, el también catedrático universitario explica en entrevista que el mencionado libro, editado por vez primera en 2012, es una saga nórdica inventada por él en la que se describen las circunstancias y aventuras que llevaron a esos pueblos del norte de Europa a desembarcar en lo que ahora es el continente americano.
“Es un hecho que sigue siendo muy interesante y que nos trae en la actualidad muchos temas sobre los que se discute relacionados con nuestra organización social. Los vikingos, pese a ser tribus muy salvajes, guerreras y violentas, eran también muy adelantados en muchos aspectos de organización social. Tenían una asamblea deliberativa, así como políticas que ahora podríamos llamar feministas; por ejemplo, las mujeres podían repudiar unilateralmente a sus maridos si no estaban de acuerdo con el trato que recibían”, refiere.
“Me interesó mucho poner en circulación nuevamente esta novela porque, además, creo que aporta una visión que se aleja de los estereotipos sobre los vikingos, como los de algunas visiones cinematográficas donde Thor es amigo de Hulk y son un par de violentos destructores, o donde (el dios) Loki es tan malvado que se vuelve un personaje muy maniqueo, cuando en la mitología nórdica es fascinante.”
En las 100 páginas de Vikingos..., Adrián Curiel Rivera (Ciudad de México, 1969) aborda desde los primeros asaltos de esos pueblos escandinavos en tierras inglesas en el siglo VIII hasta finales del siglo X y principios de XI de nuestra era, y la fundación que hacen de Vinlandia, paraíso terrenal situado probablemente en la actual isla de Terranova, Canadá, tras haber llegado a Groenlandia.