El caso de Juana Hilda González Lomelí, una de las acusadas por el secuestro y desaparición de Hugo Alberto Wallace Miranda, fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la cual analizará las denuncias de tortura y violaciones al debido proceso durante el juicio en el que fue sentenciada a 78 años de prisión.
La solicitud del ejercicio de la facultad de atracción fue aprobada con el voto de cuatro de los cinco miembros de la primera sala. El único que se manifestó en contra fue el ministro Mario Pardo Rebolledo, quien dijo que lo hacía “igual que lo he hecho en seis asuntos relacionados con la misma causa”.
González Lomelí fue aprehendida en 2006 y sentenciada a 78 años de prisión por privación ilegal de la libertad, delincuencia organizada y violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Además de la confesión forzada, la acusada se queja de que se creó un clima mediático que influyó en la sentencia en su contra, pues Isabel Miranda de Wallace, madre de Hugo Alberto, publicó su foto en anuncios espectaculares de su empresa, señalándola como responsable por la desaparición de su hijo.
Adicionalmente, González Lomelí señala que durante su proceso el juez la calificó de ser mala madre por salir a trabajar en la noche, dejando a sus hijos bajo cuidado de otras personas.
Sostiene que estos prejuicios pesaron en la sentencia en su contra, que ahora será revisada por el máximo tribunal del país.
La propuesta de que este caso fuera atraído por la SCJN fue planteada por la ministra Margarita Ríos Farjat, quien consideró que contiene temas de relevancia y trascendencia en materia de derechos humanos y constitucionalidad, que ameritan ser analizados por el máximo tribunal, lo cual fue respaldado por la mayoría de sus compañeros de la primera sala.