Los elevados niveles de inflación han provocado que las familias mexicanas no puedan cubrir la totalidad de sus necesidades con sus ingresos, lo que las ha llevado a recurrir al financiamiento para cubrir gasto corriente, principalmente con tarjetas de crédito, reveló BBVA México.
Al presentar su más reciente estudio Situación Banca, la institución reveló que a partir de enero se observó una recuperación en la cartera de crédito al consumo, la cual terminó el primer trimestre de 2022 con un crecimiento real anual de 2.8 por ciento.
No obstante, apuntó que la mayor necesidad de las familias de financiar su gasto corriente ante el incremento de precios podría estar generando una mayor demanda de crédito al consumo debido a la pérdida de poder adquisitivo.
Al respecto, Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA, destacó que han observado que la población está utilizando su tarjeta de crédito para gasto corriente y no para la adquisición de bienes duraderos, como es recomendable, lo cual no es sostenible a mediano plazo.
Pese a que comprar alimentos o productos que no duran más allá de un mes no es un buen uso del crédito, dijo el especialista, no se espera que haya un incremento en la morosidad.
En contraste, apuntó, el crédito a empresas ha presentado una recuperación menos vigorosa, registrando aún contracciones en términos reales al cierre del primer trimestre de 2022.
Dicha cartera de crédito registró una caída real de 4.8 por ciento en los primeros tres meses de este año, que no obstante es menor a la de 8.8 por ciento de un año antes. El crédito a los hogares (consumo y vivienda) se ha reactivado a un ritmo constante y es el principal motor de la cartera total.
, mientras que el crédito a empresas en términos reales, aún sigue mostrando contracciones.