Aumenta el riesgo de recesión mundial, advirtió el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), al reducir a la mitad su pronóstico global de crecimiento. Atribuye el recorte a tres riesgos: la invasión a Ucrania, los confinamientos en China por la variante ómicron, así como el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, que no sólo implicarán un freno para la actividad en ese país, sino que sumarán una salida de capitales de mercados emergentes.
El IIF estima un crecimiento de 2.3 por ciento para la economía global, la mitad de su pronóstico previo de 4.6 por ciento. “El riesgo de recesión mundial es elevado” y podría aumentar si la guerra en Ucrania se intensifica. La organización de instituciones financieras también advierte que la seguridad alimentaria es una preocupación, dado que los precios de los alimentos se encuentran en un máximo de varias décadas y aumentan las medidas de proteccionismo a la exportación.
En ese entorno prevé que los flujos de capitales de no residentes hacia los mercados emergentes “se desaceleren significativamente”, al pasar de un billón 11 mil millones de dólares el año pasado a 645 mil millones de dólares al concluir 2022. Estas salidas estarían impulsadas por “el endurecimiento desordenado de las condiciones financieras de Estados Unidos, que corre el riesgo de desestabilizar aún más el panorama de crecimiento global”.
El IIF recortó la previsión de crecimiento de China para este año, de 5.1 por ciento a 3.5 por ciento, “dados los estrictos bloqueos de ómicron que probablemente harán que el PIB (producto interno bruto) caiga en el segundo trimestre” y se suman a los problemas en el sector inmobiliario. También se estima una caída en los flujos de capital, que “han sido inusualmente débiles desde que Rusia invadió Ucrania”.
En el caso de Europa, la reducción fue de 3 a uno por ciento, “dado que la guerra en Ucrania resultó ser aún más perjudicial de lo que seesperaba”. En Estados Unidos se prevé un crecimiento de 2.3 por ciento y en México de 1.2 por ciento.
En América Latina se espera un crecimiento de 2 por ciento, “ya que esperamos que los altos precios de las materias primas beneficien a la región” y compensen “con creces el efecto negativo de una inflación aún mayor sobre el crecimiento”, explican los analistas del IIF.
No obstante, “el crecimiento sigue siendo mediocre en términos absolutos”, lo que tiene a América en una recuperación “superficial e insuficiente para sacar a la región de su prolongado problema de estancamiento secular”. Si bien atrajo flujos de cartera en las etapas iniciales de la crisis de Ucrania, las salidas se acumularon a medida que aumentaban los rendimientos de los bonos estadunidenses a largo plazo.