Caracas. En lo alto de una montaña, en una barriada popular del centro de Caracas de murales coloridos, la lluvia obligó a mudar a un comercio lo que iba a ser una proyección bajo las estrellas de una película infantil francesa.
San Agustín, de calles estrechas y casas de bloques naranjas, fue por años conocida por su delincuencia y la acumulación de basura en sus calles. Ahora, gracias a la unión y organización de los vecinos, se presenta como una comunidad cultural y musical y estrena su primer festival de cine.
Queremos “tener un festival de cine donde podamos ver, sentir, saber de otras formas de narrar el mundo que no sea solamente la narrativa hollywoodense… Nos interesaba mucho tener películas que tuvieran que ver con el tema de la organización, de cómo comunidades se organizan alrededor de cualquier hecho cultural”, dijo a The Associated Press Reinaldo Mijares, organizador del festival, durante la inauguración del evento.
La barriada popular, de raíces afrodescendientes, cambió los sonidos de disparos por el repique de tambores y variados géneros musicales y ofrece recorridos turísticos a visitantes nacionales e internacionales.
El primer festival de cine incluye, además, una exposición fotográfica con imágenes tomadas por los niños de San Agustín que recibieron talleres de fotografía y video.
“Es una experiencia muy gratificante, me siento orgullosa no solamente de mi hija, sino de todos los niños que participaron en este curso, puesto que se les dio a ellos la oportunidad de expresarse… están muy emocionados”, dijo a AP Bersahi Seijas, de 61 años, madre de una de las niñas que exponía sus fotos en el teatro de la comunidad.
Las actividades del festival contaron con el financiamiento y apoyo de organizaciones públicas y privadas y de la embajada de España.
“Festivales de cine hay en todos los países… pero éste es un festival de cine que ofreces dentro del barrio, para el barrio, para la gente de ese barrio”, explicó a AP el encargado de negocios de la embajada española, Ramón Santos.
Durante el festival se proyectarán siete películas y seis documentales venezolanos, así como cortometrajes infantiles y largometrajes de Francia, Congo, España, Cuba, Alemania y Suiza, entre otros.
“Me parece que es una muy buena iniciativa porque hay bastantes niños que necesitan distraerse, porque hay familias que no pueden llevar a sus hijos a salir por la situación económica del país”, comentó Carmen García, líder comunitaria, durante la proyección de cine infantil.
Venezuela ha estado sumergida por años en una crisis económica, con una inflación mensual del 50% y una fuerte escasez de alimentos y medicinas. Ahora los supermercados lucen abastecidos, pero los altos precios en dólares son poco accesibles para gran parte de la población.
Una entrada de cine en centros comerciales cuesta entre tres y cinco dólares, pero con sueldos de entre 25 y 100 dólares mensuales una salida al cine es prohibitiva para muchas familias.
Por ello la población de San Agustín espera que su festival de cine, con entrada gratuita, permanezca en el tiempo.
“Es un orgullo saber que mi parroquia (comunidad) es pionera en la toma de este festival de cine. Esperamos que esto se extienda a otras parroquias, que el festival no solamente sea de esta parroquia sino que sea de toda Caracas”, sostuvo Seijas.