Ciudad de México. El virus del papiloma de alto riesgo tipo 16 es causante de más de 90 por ciento de los cánceres de la orofaringe, con un origen, en nueve de cada 10 casos, en la práctica de sexo oral, indicó Patricio Gariglio Vidal, del Departamento de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional.
Los tumores en esa área son un subgrupo del cáncer escamoso de cabeza y cuello, que en fechas recientes han incrementado su frecuencia (alrededor de 878 mil nuevos casos en 2020 a nivel mundial), incluso más que el anogenital. El papilomavirus de alto riesgo está en aproximadamente 25 por ciento de los casos presentes en el mundo, reveló Gariglio.
En su artículo, difundido por el Cinvestav, señaló que el virus del papiloma humano tiene ADN de doble cadena con predilección por la unión escamo columnar del epitelio. Por ello, las amígdalas, el paladar blando y la base de la lengua actúan como hospederos, brindando acceso a su capa basal para la reproducción viral.
Los cánceres de la orofaringe, explicó el especialista, incluyen padecimientos de los tejidos mencionados y de los circundantes. “Si bien la exposición al tabaco y al alcohol son factores de riesgo, en décadas pasadas se vio un aumento en los relacionados con el virus del papiloma humano de alto riesgo, en particular del tipo 16. El incremento en la incidencia de casos vinculados a ese virus, hace a esa enfermedad la neoplasia maligna más común en Estados Unidos, donde se tiene un excelente registro de los pacientes y de las defunciones por los distintos tipos de cáncer. De hecho, en ese país, 60 por ciento de los cánceres escamosos de cabeza y cuello son de la orofaringe”.
El científico sostuvo que se observan tendencias similares en el norte de Europa, donde los casos asociados al papilomavirus de alto riesgo aumentan rápidamente (31 por ciento de los cánceres escamosos de cabeza y cuello). En tanto en Centro y Sudamérica, también se han incrementado en los años recientes.
Más datos relevantes
Otro dato relevante, argumentó el experto en biomedicina molecular y oncogenes, es que los pacientes de cánceres de la orofaringe positivos al virus tipo 16 tienen un inicio sexual más temprano y un mayor número de parejas con las practican sexo oral y vaginal durante su vida, en relación con los que tienen otro origen. En general, “los pacientes son de nivel socioeconómico más alto y menos propensos a tener antecedentes de abuso de tabaco o alcohol; aunque los tumores que se asocian a los virus de alto riesgo tienen mejor pronóstico y respuesta al tratamiento que los que son negativos”.
Gariglio Vidal compartió que la terapia para el cáncer escamoso de cabeza y cuello es variada. En general “consiste en cirugía, cuando es posible, seguido de quimioterapia más radioterapia. Los anticuerpos monoclonales contra el receptor al factor de crecimiento epitelial se usan en combinación con radioterapia en esos cánceres negativos al virus de papiloma humano, cuando la quimioterapia no es recomendada al paciente por ser muy tóxica. También se usan inhibidores de los bloqueadores del sistema inmune en los puntos de control”.
Agregó que “los retinoides inducen diferenciación y apoptosis en células tumorales; muestran actividad antiproliferativa y antioxidante, presentando gran potencial como agentes preventivos o terapéuticos. Entre los compuestos naturales más prometedores en prevención de cáncer escamoso de cabeza y cuello están los retinoides. La vitamina A y su metabolito más importante, el ácido retinoico, han sido usados en muchos estudios relacionados con la terapia para ese mal. Hay muchos ejemplos que indican que los retinoides y la terapia epigenética estarán entre las mejores alternativas para controlar esta temible enfermedad”.