Ciudad de México. El último adiós al Jefe Vulcano “se lo dio la ciudadanía”, expresó su familia sobre quien entregó cerca de 50 años de su vida al servicio de los habitantes de la Ciudad de México. El cortejo fúnebre con los restos de Raúl Esquivel Carbajal recibió aplausos, gritos y porras durante su trayecto a la estación que dirigió por 13 años.
Allí ya lo esperaban para rendirle honores los bomberos, amigos, compañeros, subordinados y su familia, la cual agradeció las muestras de afecto recibidas desde que se supo que estaba enfermo hasta su deceso el martes.
No acudieron funcionarios, pero la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, informó que la próxima semana se le rendirá un homenaje póstumo especial.
En conferencia de prensa en las instalaciones del Banco de ADN para uso forense de la Fiscalía General de Justicia, la mandataria señaló que en dicho acto estarán los parientes de Esquivel y el propósito es resaltar su legado, así como el de los bomberos para la ciudad.
“Sentimos el fallecimiento del Jefe Vulcano, había estado en el hospital, salió y parecía que iba mejor, pero lamentablemente falleció”; señaló que tuvo contacto con su hijo, quien también es efectivo de esa corporación.
A pesar de que llevaba cuatro años fuera de la dirección del Heroico Cuerpo de Bomberos, algunos compañeros todavía lo consideraban su jefe y reconocen su trayectoria “siempre atento las 24 horas”.
En el féretro con torreta abierta el popular tragahumo hizo su último recorrido por la Ciudad de México, al salir de una funeraria en la colonia Del Valle rumbo a la estación central en Fray Servando Teresa de Mier y calzada La Viga.
Durante el trayecto los automovilistas abrían paso, algunos peatones identificaban de inmediato que se trataba del Jefe Vulcano y con aplausos lo despedían; también hubo porras y otros conductores tocaron el claxon en señal de respeto ante la pérdida de “un gran bombero”.
Una vez en el que fuera su lugar de trabajo por muchos años, sus compañero escoltaron el féretro, se colocó al frente un camión cisterna y rindió una guardia de honor con el Himno Nacional.
Sus familiares agradecieron a los habitantes de la capital el cariño al hombre que muchas veces arriesgó su vida por salvar la de otros.