Ciudad de México. Se necesitan más de 43 millones de trabajadores sanitarios para cumplir con los objetivos de cobertura en el mundo, según un nuevo estudio revisado por el Instituto de Métrica y Evaluación Sanitaria de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, publicado en la revista The Lancet.
Los investigadores analizaron la escasez en cuatro categorías: médicos, enfermeras, parteras, odontólogos y personal farmacéutico. En 2019, estimaron que a más de 130 países les faltaban los primeros y a más de 150 las segundas y terceras.
“Son las estimaciones más completas hasta la fecha sobre el personal sanitario mundial. Estos trabajadores son esenciales para el funcionamiento de los sistemas de salud, y es muy importante disponer de estos datos para que los países puedan tomar decisiones informadas y planificar el futuro”, señaló el autor principal del estudio, el mexicano Rafael Lozano.
Al comparar los niveles actuales del personal con los mínimos necesarios para alcanzar 80 en el índice de oferta de servicios efectivos de la cobertura universal de salud (UHC), los expertos estimaron que se requieren más de 43 millones de trabajadores de la salud, incluidos 30.6 millones de enfermeras y parteras y 6.4 millones de médicos.
“Descubrimos que la densidad de trabajadores de la salud está fuertemente relacionada con el nivel de desarrollo social y económico de una nación”, destacó Annie Haakenstad, autora principal del estudio.
El estudio reveló una diferencia de más de 10 veces en la densidad de trabajadores sanitarios entre las regiones y dentro de ellas en 2019. Las cifras fueron entre 2.9 médicos por cada 10 mil personas en el África subsahariana y 38.3 en Europa Central, Europa del Este y Asia Central. También resaltó Cuba, con una densidad de 84.4 por cada 10 mil, frente a 2.1 en Haití.
Se observaron disparidades similares en la medición del número de enfermeras y matronas, con una densidad de 152.3 por 10 mil en Australasia frente a 37.4 en el sur de América Latina. A pesar de los aumentos constantes del personal sanitario entre 1990 y 2019, persistieron las brechas sustanciales.
Estos resultados muestran lo mal preparado que estaba el mundo cuando el covid-19 se extendió, poniendo a prueba los sistemas de salud que ya estaban escasos de trabajadores de primera línea.
Los autores también señalan que todavía hay mucho que aprender sobre el impacto de la pandemia en el personal sanitario. Esto incluye la dinámica de género en los recursos humanos para la salud y cómo la salida de las mujeres del empleo para las tareas de cuidado en el hogar puede haber reducido a los trabajadores, entre otros factores de ese episodio.
Los investigadores aseguraron que el objetivo era utilizar fuentes de datos comparables y estandarizados para estimar las densidades de recursos humanos para la salud a nivel mundial y examinar la relación entre un subconjunto de cuadros de ellos y el desempeño efectivo de la cobertura universal de salud.