En México, un millón 18 mil trabajadores laboran en condiciones precarias en la industria de la moda, con bajos salarios, sin seguridad social y son contratados mediante outsourcing, a pesar de que las empresas del ramo generan ingresos anuales superiores a 2 billones de pesos.
En este gran emporio, que promueve el prestigio y el estatus social a partir de cuantiosos gastos de publicidad, alrededor de dos millones de personas se emplean con salarios insuficientes para mantener a una familia.
La organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP) señaló lo anterior y subrayó que, del total, un millón 87 mil mujeres (56 por ciento) laboran en la industria dedicada a la producción, distribución y venta de ropa, calzado y accesorios. En conferencia de prensa, presentó un estudio elaborado con base en datos oficiales de censos económicos, en el que expone la precariedad laboral de los empleados asalariados mediante 350 mil unidades económicas del ramo textil.
Persiste eloutsourcing
De quienes se dedican a esta industria, 629 mil personas laboran con patrón sustituto para evadir el cumplimiento de derechos laborales. Sobre todo, en supermercados (85 por ciento del personal ocupado subcontratado), tiendas departamentales (52 por ciento) y medianas empresas (70 por ciento).
ACFP agregó que casi seis de cada 10 personas en subcontratación “abusiva”, son mujeres. Lo anterior, pese a que la Ley Federal del Trabajo lo prohíbe. Por ello, planteó a las empresas permitir verificar que se haya eliminado el outsourcing en la industria textil.
También expuso que un millón 776 mil personas ocupadas en el sector carecen de un salario “que les permita salir de la pobreza”, por lo que pidió a las empresas pagar al menos 8 mil 100 pesos para cubrir el costo de dos canastas básicas.
Añadió que la mitad de los trabajadores en el sector textil carece de seguridad social (un millón 460 mil personas); 40 por ciento (791 mil), carecen de contrato estable, y 94 por ciento (un millón 780 mil personas) no tienen afiliación sindical, lo que les impide la negociación colectiva de sus condiciones laborales, de acuerdo con los datos.
Según ACFP, la industria de la moda “tiene margen de ganancias” para mejorar los salarios y condiciones laborales, sin afectar la estabilidad de las empresas”, pues, en su conjunto, las remuneraciones representan 5 por ciento del gasto y sólo 4 por ciento de sus ingresos.