Querétaro, Qro., El gobierno del panista Mauricio Kuri González publicó en el periódico oficial La Sombra de Arteaga la ley que permite privatizar el servicio de agua potable ante la inconformidad de activistas que recientemente le solicitaron formalmente vetar esa norma, pues no garantiza el derecho humano al líquido y promueve que el sector privado haga negocio con un recurso natural.
El lunes pasado, 13 activistas solicitaron al Poder Ejecutivo estatal vetar la ley; sin embargo, de forma sorpresiva detectaron el martes que la nueva ley ya estaba publicada desde el 21 de mayo, dos días después que fue aprobado por la Legislatura local.
“La ley que regula la prestación de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento del estado de Querétaro y que deroga diversas disposiciones del código urbano de la entidad” es ilegal, aseguraron, porque contraviene el párrafo cuarto del artículo 20 de la Ley de Aguas Nacionales, que indica que cuando se trate de uso público urbano o doméstico, el servicio sólo puede ser brindado por los gobiernos de los estados y los municipios, obligación que no debería ser transmitida a terceros.
Enrique Uribarren Castro, del Observatorio Ciudadano para la Protección Ambiental de Querétaro, explicó que la Ley de Aguas Nacionales señala que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es la encargada de asignar a los gobiernos de los estados y municipios los títulos de concesión de determinados pozos para el uso de cantidades específicas de agua con el propósito de brindar el servicio a los ciudadanos.
“Como lo están pretendiendo hacer cuando hablan de concesiones en la nueva ley, pues dicen que un municipio puede tener un título de asignación (por Conagua), en ese sentido y a su vez ellos (los gobiernos municipales y la Comisión Estatal de Aguas) subconcesionar el servicio de dotación de agua con uso de público urbano a la población. Aquí es donde está lo ilegal, porque (la Ley de Aguas Nacionales) dice que es exclusivamente para los estados y para el municipio”, añadió.
Además, señaló que “al privado le conviene que haya mucho consumo de agua para que tenga ganancias. Estamos precisamente profundizando el modelo insostenible de gestión, porque al particular no le va a importar que haya ahorro de agua, pues no tiene ganancias; por el contrario, le va a preocupar que haya mucho consumo”.