Ciudad de México. El gobierno de Nicolás Maduro ha exigido la salida de Noruega como facilitador del proceso de diálogo con la oposición venezolana para poder retomar las conversaciones en México en los próximos días, dijeron a Reuters cuatro fuentes con conocimiento de los acercamientos.
La semana pasada, delegaciones de ambos bandos anunciaron su voluntad de reanudar el diálogo político en México, mientras Washington alivia algunas sanciones contra el país petrolero, en busca de allanar el camino para las negociaciones, pero las partes no han anunciado aún formalmente una fecha para el retorno.
La reunión en México está pautada para la primera o segunda semana de junio, dijeron dos fuentes con conocimiento de las negociaciones.
Ni el gobierno de Maduro ni la oposición respondieron de inmediato a solicitudes de información por parte de Reuters.
Desde que se retomó el proceso de diálogo en la capital mexicana a mediados del año pasado, Noruega ha fungido como facilitador. A pesar de que se propuso a una serie de países -incluido Rusia- como "acompañantes", nunca se llegó a formalizar su presencia.
Sin embargo, para la delegación de la oposición venezolana, liderada por el exdiputado Gerardo Blyde, la salida de los noruegos pareciera no ser una opción.
"Los noruegos son nuestro único aval de que las cosas salgan bien", dijo una fuente de la delegación opositora quien solicitó el anonimato por no estar autorizada a declarar.
Noruega ha tenido un papel preponderante en la resolución de conflictos en Latinoamérica y el mundo. El país europeo estuvo presente en los diálogos que sellaron la paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, poniendo fin al conflicto armado más longevo de América en 2016.
Dos de las fuentes consultadas por Reuters aseguraron que el gobierno de Maduro está presionando para que Rusia sea garante del proceso de diálogo. Rusia es un aliado cercano de Caracas.
Ni la embajada rusa en Caracas ni la Casa Blanca respondieron a solicitudes de información por parte de Reuters.
Washington alienta fuertemente las conversaciones esta vez, especialmente desde que una delegación gubernamental de alto nivel visitó Caracas en marzo para reunirse con Maduro y funcionarios venezolanos sobre la necesidad de reanudar las negociaciones para elecciones, la liberación de presos políticos y una larga serie de otras demandas.
El posible retorno de los barriles de petróleo venezolanos a Estados Unidos, otrora su mercado predilecto, también se discutió en marzo, seguido de una autorización al productor estadounidense Chevron -otorgada la semana pasada- para entablar conversaciones con la administración de Maduro.
Sin embargo, el gobierno del presidente Joe Biden ha sido enfático al asegurar que cualquier aliviamiento de las sanciones sólo será posible tras resultados palpables del diálogo.