Nueva York. Los organizadores de la campaña de recaudación de fondos We Build The Wall para financiar la construcción del muro a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos mintieron a los donantes al decirles que el dinero financiaría esa obra, pero se quedaron con cientos de miles de dólares, acusó ayer la fiscal federal Alison Moe, al iniciar un juicio contra quienes quisieron sufragar el proyecto del ex presidente Donald Trump.
Timothy Shea enfrenta solo los cargos, pues sus coacusados Brian Kolfage y Andrew Badolato se declararon culpables y esperan sentencia. El otro señalado, Steve Bannon, fue perdonado por Trump, horas antes de que dejara su cargo.
Moe dijo que Shea y sus socios engañaron, desde diciembre de 2018, a miles de personas a quienes prometieron que el ciento por ciento de sus donativos se destinarían a construir el muro. Pidió a los jurados centrarse en que “no se trata de si debe o no haber un muro”, sino del robo de fondos. Indicó que Shea utilizó una compañía pantalla, Ranch Property Management, para ocultar el desvío del dinero que él y sus socios se embolsaron. “Ellos cometieron fraude, simple y llanamente”, agregó.
El abogado de Shea, John Meringolo, argumentó que Ranch Property Management no es una empresa pantalla y su defendido nunca dijo que no quería que se le pagase por trabajar en asuntos relacionados con el muro.
En otro asunto, 41 por ciento de trabajadores de la construcción en Nueva York entre 2015 y 2019 eran migrantes indocumentados y cobraban hasta 64 por ciento menos que los empleados sindicalizados, según un estudio del Centro de Estudios sobre la Migración divulgado ayer.
Los migrantes, que representan 37 por ciento de la población de Nueva York son, sin embargo, 44 por ciento de la fuerza laboral y 63 por ciento de los trabajadores de la construcción, según el estudio realizado por las investigadoras Jacquelyn Pavilon y Vicky Virgin.
Los trabajadores indocumentados suelen ser víctimas de robo de salarios –no les pagan las horas extras– y los empleadores suelen negociar salarios más bajos para estos trabajadores que no tienen ningún respaldo legal. En total 8 mil 544 haitianos fueron deportados de Estados Unidos en lo que va de año, denunció la Organización Internacional de Migraciones. La cifra es aún mayor si se amplía hasta mediados de 2021, cuando se agudizó la crisis migratoria.