Tokio. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer a otros líderes del Indopacífico reunidos para una cumbre de cuatro países que están pasando por “una hora oscura en nuestra historia compartida” debido a la brutal guerra de Rusia en Ucrania, e instó al grupo a hacer mayores esfuerzos para frenar la agresión de su homólogo ruso, Vladimir Putin.
“Esto es más que un asunto europeo. Es global”, declaró Biden al comienzo de la cumbre con Japón, Australia e India.
Aunque el presidente no mencionó de forma directa a ningún país, su mensaje parecía ir dirigido, al menos en parte, al premier de India, Narendra Modi, quien no ha impuesto sanciones o siquiera condenado a Rusia, su principal provedor de equipamiento militar.
Biden defendió que el mundo tiene una responsabilidad compartida de ayudar a la resistencia ucrania contra la agresión rusa.
Estados Unidos cerrará hoy la última vía para que Rusia pague sus miles de millones de deuda a inversionistas internacionales, lo que hará que el incumplimiento de pago de Rusia por primera vez desde la revolución bolchevique sea casi inevitable.
El Departamento del Tesoro notificó que no planea renovar la licencia para permitir que Rusia siga pagando a sus acreedores a través de bancos estadunidenses.
La Unión Europea dio luz verde a suspender aranceles a Ucrania por un año, mientras sigue fluyendo la ayuda de Occidente. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: “hemos propuesto más de 10 mil millones de euros de ayuda macrofinanciera, es el mayor paquete concebido por la UE para un tercer país”. Además, aprobó elevar a 2 mil millones de euros los fondos a través del Mecanismo de Paz Europeo para armar a Ucrania.
Canadá enviará a las fuerzas ucranias suministros bélicos por 98 millones de dólares. Alemania aprobó un nuevo préstamo por 150 millones de euros.
Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, declaró que confía en que la situación se solucione con el diálogo.