El campamento de refugiados de Ucrania en Iztapalapa dejará de recibir el primero de junio a desplazados por la guerra con Rusia en su tránsito hacia Estados Unidos y se levantará una vez que el último viaje a su destino en ese país.
Anastasiya Polo, residente de California que coordina el campamento en la Ciudad de México para el programa Unidos por Ucrania para dar refugio temporal en Estados Unidos a 100 mil desplazados, explicó que esta acción seguirá operando en línea para trasladar allá a las personas directamente de Europa.
Del campamento han salido al vecino país 516 personas, tres más a otra nación, y permanecen 59 adultos y 53 menores y adolescentes en trámites para tener sus documentos y vacunas en regla. Polo recordó que para obtener el permiso deben contar con un patrocinador que les proporcione apoyo financiero durante su estadía.
Es el caso de Lora, quien llegó al campamento el primero de mayo con sus hijas de 25 y 38 años y un nieto de siete. Su esposo y su hijo debieron quedarse por la ley que impide a hombres de 18 a 60 años salir del país para combatir y son su principal preocupación.
“Ha sido un mes muy difícil, muy doloroso”, dice por medio de Natalia, traductora voluntaria en el campamento.
Algunos han encontrado dificultades para ser incorporados al programa, como dos matrimonios en los que las mujeres son de nacionalidad rusa, o el que forman Svetlana y Vyacheslav, aunque ella reside ya en Washington con sus padres y comprobó solvencia económica para patrocinar el ingreso de su esposo, alojado en el campamento desde el 24 de abril.
Viajó a la Ciudad de México por dos días para regresar con él a la capital estadunidense, pero lleva cuatro semanas y no ha obtenido la autorización para ingresar.