El confinamiento por la pandemia redujo la exposición del organismo a los patógenos que normalmente se encuentran en el ambiente y es posible que ahora los niños, en particular, “carezcan del entrenamiento” para hacerles frente. Es otra de las teorías en torno a la hepatitis aguda de causa desconocida que se ha visto en varios países, afirmaron especialistas en pediatría.
En conferencia, Sarbelio Moreno, director de Enseñanza y Desarrollo Académico del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG), dijo que eso explica la posible vinculación del daño hepático con los adenovirus.
Señaló que estos son “uno de tantos virus” conocidos, causantes de gripa e infecciones de garganta comunes en la infancia. La mayoría de episodios de estos padecimientos son causados por estas cepas, las cuales generalmente desaparecen por sí solas. También provocan diarrea y conjuntivitis.
El adenovirus 41 mencionado en los casos de hepatitis aguda se identificó en 74 de 169 niños que han tenido la infección, comentó Ericka Montijo, especialista en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del HIMFG. Recordó que existen varios agentes causantes de la hepatitis y hasta en 40 por ciento de los casos se desconoce su origen, por lo que el fenómeno observado en diferentes países no debe ser motivo de alarma, al menos mientras se obtienen resultados de las investigaciones.
La especialista también comentó que menos de 0.5 por ciento de los casos de enfermedad del hígado evolucionan a cuadros graves que ameriten un trasplante del órgano o lleven a la muerte de los pacientes.
Por lo pronto, los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Secretaría de Salud señalan que ante la presencia de síntomas de daño en el hígado se deben descartar los virus conocidos (A, B, C, D y E) y considerarlo como caso sospechoso de la hepatitis de causa desconocida, si en un análisis clínico se identifica una elevación de enzimas hepáticas en personas menores de 16 años de edad.
Gerardo López, alergólogo e infectólogo pediatra, comentó una publicación reciente de la revista The Lancet, donde se plantea otra hipótesis que explica la posible relación entre el SARS-CoV-2 y la enfermedad del hígado.
De acuerdo con esa teoría, la permanencia del coronavirus por un largo periodo en los niños en el tracto digestivo, potencialmente “abre la puerta” al adenovirus 41, quizá relacionado con la hepatitis aguda.