San Cristóbal De Las Casas, Chis., Dora Roblero, nueva directora del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), tomó posesión de su cargo ayer, en una ceremonia en la cual reafirmó su “compromiso de caminar junto a los pueblos que luchan y defienden la tierra y el territorio, de quienes ejercen la autonomía y libre determinación a pesar de las adversidades, omisión y aquiescencia de los gobiernos, que además de administrar los conflictos no llevan a cabo acciones efectivas para detener y atender debidamente las violaciones graves a los derechos humanos que se viven en Chiapas”.
Aseguró que “en los gobiernos federal y estatal persiste un patrón común: a quienes defienden los derechos humanos y la vida les asesinan, criminalizan, amenazan y torturan en medio de racismo y discriminación estructural.
“La violencia generalizada emanada de la disputa entre grupos del crimen organizado por el control de territorios y de la captura y complicidad con las instituciones es intensa, así como la proliferación de diversos actores duros que actúan con impunidad.”
A lo anterior se suman “el conflicto armado interno no resuelto, la renovada presencia militar, el ejercicio de autogobierno impulsado desde distintas propuestas comunitarias y las constantes agresiones a la autonomía zapatista en medio de un ominoso silencio del gobierno mexicano, así como el impulso de megaproyectos y programas sociales impuestos en las comunidades, que favorecen la división comunitaria y el despojo territorial”.
Manifestó que en la entidad “existe una crisis humanitaria en torno al fenómeno del desplazamiento forzado interno; alrededor de 14 mil 893 personas han atravesado por esta situación debido a la violencia generalizada y la impunidad constante por parte de la inoperancia y omisión del Estado mexicano. La tortura es también una práctica generalizada y sistémica que sigue instalada como un mecanismo para simular justicia y fabricar culpables, dejando un grave impacto en las víctimas, sus familiares y la sociedad”.
La toma de posesión de Roblero, en sustitución de Pedro Faro, se realizó en las oficinas del Frayba con la presencia de su presidente, Raúl Vera, obispo emérito de Saltillo, Coahuila, y de los miembros del consejo directivo, así como del titular de la diócesis de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar, y representantes de diferentes agrupaciones de la sociedad civil.
Al asumir el cargo por tres años, la nueva directora del organismo que fundó el finado obispo Samuel Ruiz García en marzo de 1989 expresó que “será un reto” dirigir al Frayba, en el que lleva trabajando 14 años, y aunque “sé que no es fácil, tengo un gran equipo y mucha gente que está acompañándome”.