Davos. La organización no gubernamental Oxfam pidió este lunes gravar de manera “urgente” las grandes fortunas del planeta, en un informe que coincide con el inicio del Foro Económico en Davos, y advirtió que los más pobres están sufriendo cada vez más a causa de la inflación.
“Los multimillonarios acuden a Davos para celebrar un increíble aumento de sus fortunas”, dijo la directora ejecutiva de la organización internacional, Gabriela Bucher.
“La pandemia de covid-19 y ahora las fuertes subidas de los precios de los alimentos y de la energía han sido, sencillamente, un golpe de suerte para ellos”, acusó.
Con la pandemia, las acciones bursátiles de las empresas tecnológicas se dispararon, por lo que cada 30 horas surgió un nuevo multimillonario; es decir, 573 nuevos ultrarricos, señala el informe llamado La urgente necesidad de gravar a los ricos.
Oxfam basa sus cifras en la clasificación de la revista Forbes de las personas más ricas del mundo y en los datos del Banco Mundial.
En cambio, frente a este aumento de la riqueza, 263 millones de personas caerán en la pobreza extrema este año (un millón de personas cada 33 horas), apunta Oxfam, esto debido a la creciente inflación en muchas partes del mundo, impulsada principalmente por los precios de la energía y de los alimentos.
“Estamos revirtiendo décadas de progreso en materia de pobreza extrema, con millones de personas que se enfrentan a costos imposibles para simplemente mantenerse con vida”, señaló Bucher.
Plantea gravamen para los multimillonarios
Así, Oxfam pidió varias medidas fiscales, entre ellas un impuesto de solidaridad único sobre la nueva riqueza adquirida por los multimillonarios durante la pandemia, con el objetivo de utilizar los recursos que se obtengan para apoyar a los más pobres y lograr “una recuperación justa y sostenible”. También plantea un impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios obtenidos en los últimos años por las multinacionales de los sectores alimentario, farmacéutico y petrolero.
Según los cálculos de la organización, un impuesto anual de 2 por ciento sobre los ricos y de 5 por ciento sobre los multimillonarios generaría 2 mil 520 millones de dólares al año, lo que podría ayudar a sacar a 2 mil 300 millones de personas de la pobreza extrema, a distribuir vacunas suficientes para todo el planeta y a dotar a todos los países pobres de cobertura sanitaria.