La adquisición de un automóvil eléctrico para uso familiar es factible porque se trata de una inversión en un miniactivo, el cual puede retornar a su comprador –después de un cierto periodo– el valor equivalente a un vehículo de gasolina, consideró Isidoro Massri, director de JAC México.
En entrevista, el representante de la automotriz de origen chino que en el país está asociada con Giant Motors, firma en la que el socio mayoritario es el empresario Carlos Slim, comentó que desde que comenzó la pandemia de covid-19, el interés por parte de los consumidores para adquirir un vehículo eléctrico ha crecido.
De acuerdo con Germán Carmona, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, los vehículos eléctricos representan un ahorro –cuando se utiliza para transporte de mercancías o taxi– de hasta 35 por ciento por kilómetro recorrido comparado con una unidad que utiliza combustible fósil (https://bit.ly/3lDcrSt).
Sin embargo, el director de JAC México señaló que para comparar los costos entre un auto de combustión interna y uno eléctrico, se debe tomar en cuenta el uso total de la propiedad de ese vehículo durante el periodo en que sea utilizado.
En ese sentido, comentó que un automóvil eléctrico se deprecia menos, respecto a uno de combustión interna si se hace una comparación en la que ambos hayan recorrido el mismo kilometraje e igual tiempo.
Explicó que, si los propietarios respectivos de cada uno de esos vehículos del ejemplo, requieren venderlo, el de la unidad eléctrica obtendrá prácticamente el valor de lo que cuesta un auto de combustión interna, mientras que el otro deberá invertir más dinero para adquirir un coche nuevo, además de haber destinado más recursos en consumibles.
“Por supuesto es factible, de hecho es mucho más factible pensando no nada más en la inmediatez”, destacó.
En promedio, un auto eléctrico nuevo en el mercado tiene un costo de entre 550 y 600 mil pesos, mientras que uno que utiliza gasolina parte de 250 mil pesos.
El director de la automotriz, que fabrica vehículos de ambos tipos, señaló que “hablar en términos económicos” sobre si es factible o no una unidad eléctrica para una familia significa “un cambio en la cultura”.
Ese factor, dijo, empieza desde que se considera que un auto eléctrico es más caro. Anotó que la automotriz busca cambiar esa mentalidad al promover entre todo tipo de usuarios el uso de eléctricos.
En abril, JAC México reportó un crecimiento en sus ventas de 171.1 por ciento a tasa anual, comportamiento apuntalado por las ventas de sus autos eléctricos.
La firma resaltó que, en su último reporte, la facturación por vehículos eléctricos representó una quinta parte del total de sus ventas en el país en el mencionado periodo.
“Es el mes con mayor volumen de autos eléctricos comercializados en la historia de la marca en México”, indicó.
Massri señaló que la firma ha logrado mantener su ritmo de crecimiento a pesar de los tiempos difíciles y reconoció que la demanda está superando a la oferta, lo cual no consideró como escasez de producto.
Mencionó que al igual que otras firmas en el mundo, ha tenido afectaciones por la disrupciones en las cadenas de suministros, pero mantienen la política de trasladar el costo de esa situación en menor medida al precio final.