Loma de Guamúchil, Son., Durante un encuentro con la comunidad yaqui, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió, una vez más, a la organización de la Cumbre de las Américas. Confiado al hablar de la necesidad de la unidad para conseguir acuerdos, señaló: “estamos resolviendo un asunto porque están convocando a una cumbre en Los Ángeles a la que no quieren invitar a todos los países, pero estamos viendo que nos unamos todos, porque ya no es el tiempo de la confrontación, es el tiempo de la unidad”.
En medio de un largo discurso sobre las necesidades de los ocho pueblos yaquis, se abrió un espacio para volver al tema que lo ha traído ocupado en estos días. Para el mandatario, no se gana nada con la división, “nadie tiene el derecho, por más poderoso que sea, a maltratar a un país por más pequeño que sea. Todas las naciones son libres e independientes, soberanas. No hay ninguna nación que pueda colocarse como la que gobierna al mundo. Ni Rusia ni China ni Estados Unidos”.
Del impacto de la división en la organización de la Cumbre de las Américas, López Obrador pasó al efecto que tuvo esa misma premisa en desatar la guerra entre Rusia y Ucrania. Aseguró que la falta de política precipitó el conflicto armado, en donde quienes enfrentan sus consecuencias son los pueblos, no las cúpulas de los gobiernos. ¿Qué culpa tiene el pueblo de Ucrania que está sufriendo por la guerra? Pues arriba no supieron tomar las decisiones”.
Criticó que los dirigentes en el mundo no supieron evitar la guerra ni ejercieron la política para evitarla. “Hasta en lo mundial no son problemas complejos, difíciles, nada. Tiene que ver con fanatismos, con ideologías, con dogmatismo y tiene que ver siempre con los pleitos arriba en las cúpulas, donde están los potentados, pero por esos pleitos sufren los pueblos”.