Loma de Guamúchil, Son., “Es lo menos que podemos hacer ante el sufrimiento que padecieron sus antepasados por el maltrato de gobiernos autoritarios. No olvidar que se llegó hasta el exterminio de pueblos yaquis”, se sinceró el presidente Andrés Manuel López Obrador en un nuevo encuentro con los representantes de los ocho pueblos de esta etnia, a quienes les anunció la restitución de 30 mil hectáreas de tierra.
El Presidente recorrió comunidades indígenas sonorenses ratificándoles sus compromisos de justicia en la última etapa de su gobierno. En Sahuaripa, con representantes de pueblos en la frontera de Sonora y Chihuahua expresó sus intenciones hacia el final de su sexenio: “todavía nos quedan dos años y cinco meses (...) Yo soy maderista y Francisco I. Madero decía ‘sufragio efectivo y no reeleccion’. Quiero cerrar un ciclo, no sentirnos insustituibles, porque luego se convierte en un vicio. No hay que tenerle mucho apego ni al dinero ni al poder”.
Hacia el mediodía, en Cajeme, los gobernadores tradicionales de los ocho pueblos yaquis escucharon a Lopez Obrador en la evaluación del cumplimiento del plan de justicia pactado en septiembre e instrumentado por una comisión presidencial. En el pasado –les recordó– sólo les daban migajas, pero “eso ya se terminó, aunque –reconoció– aún quedan polvos de aquellos lodos”.
Pero ahora, añadió, hay compromiso de cumplir los ofrecimientos, “por eso autorizo a que se paguen las 30 mil hectáreas de tierra lo más pronto posible. Aquí está el subsecretario de Hacienda Juan Pablo de Botton, que les va a transferir los fondos”.
Una adquisición que es uno de los principales reclamos yaquis, pues forma parte del territorio que les entregó, en 1940, Lázaro Cárdenas. A lo largo de estos años se fue perdiendo ese territorio adquirido, paulatinamente, por pequeños propietarios en diversas condiciones. Hoy, los yaquis piden su restitución.
Onésimo Buitimea, secretario del pueblo de Vicam, le explicó la complejidad para hacer realidad el plan, en particular, que se cumpla esa restitución mediante la compra de todas las pequeñas propiedades que suman las 30 mil hectáreas, ahora sujetas a negociación con quienes las adquirieron desde entonces.
Buitimea describió el complicado entramado en torno a la propiedad y las dificultades para restituirlas a los yaquis, aun cuando el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer, optimista, anticipó que se ha intensificado la construcción de acuerdos, por lo que en junio se podría concretar la operación.
Y en esta lógica, López Obrador prometió que volverá pronto: “yo regreso el 21 de agosto y ya quiero entregar las tierras. Es un compromiso”.
Los territorios a comprar están ubicados principalmente en las trincheras de Moscobampo y el picacho de Moscobampo, “lugares emblemáticos” en la lucha por la tierra de las comunidades yaquis.
El encuentro también incluyó el ofrecimiento del inicio de obras del nuevo acueducto asociado a la conformación del distrito de riego 18 para garantizar el suministro de agua a los ocho pueblos yaquis. Un compromiso también asediado por 15 demandas de amparo en su contra, a pesar de lo cual ya se tienen presupuestados 2 mil 191 millones de pesos para la obra, de la que estiman su conclusión hacia finales de 2023.
A su llegada a Loma de Guamúchil, el Presidente se encontró con la protesta de media docena de jóvenes que le pidieron mayores oportunidades para ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de Sonora. Argumentaron una drástica reducción de la matrícula, que permite que sólo 80 de un millar de aspirantes accedan a la carrera.
El mandatario los canalizó con el gobernador Alfonso Durazo para que resuelva la petición y, en su caso, de ser inviable en Sonora, les ofreció becas a quienes sean rechazados en otras instituciones.
A su paso, rumbo al evento, también lo abordaron sobre las personas desaparecidas en Cajeme: “no vamos a descansar en eso. Vamos a seguir haciendo justicia”.
$50 millones a construir caminos
Hacia la tarde, López Obrador acudió a Sahuaripa para un nuevo encuentro con comunidades indígenas, con quienes habló también de un plan específico de justicia. Tras una apretada síntesis de los programas sociales federales vigentes para estos pueblos, López Obrador hizo un nuevo anuncio para financiar con 50 millones de pesos iniciales a cada uno de los 13 municipios involucrados para la construcción de caminos, obras fundamentales para comunicar estos poblados.
Conforme vayan avanzando, agregó, se les entregará mayores recursos hasta su conclusión, comprometiendo a Durazo a supervisar el cumplimiento de las obras.