Seúl. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó ayer un proyecto de ley por 40 mil millones de dólares destinado a garantizar el suministro de armas y apoyo económico a Ucrania ante la invasión lanzada por Rusia, informó la Casa Blanca.
En tanto, los máximos dirigentes de Suecia, Finlandia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) prometieron al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan que recibirá “garantías de seguridad” si levanta el veto que declaró contra la adhesión de los dos países nórdicos a la alianza.
Biden firmó el texto, aprobado antes por el Congreso estadunidense con apoyo bipartidista, durante su visita a Corea del Sur, su primer viaje a Asia como presidente. El financiamiento está destinado a apoyar a Ucrania hasta septiembre y supera por mucho una medida de emergencia anterior que proporcionó 13 mil 600 millones de dólares.
Salvavidas a la agricultura
El nuevo paquete de asistencia proporcionará 20 mil millones en ayuda militar, lo que garantizará un flujo constante de armas avanzadas que se han utilizado para frenar los avances de Rusia. También incluye 8 mil millones en apoyo económico general, 5 mil millones para abordar la escasez mundial de alimentos y que amenaza con el colapso de la agricultura ucrania, y más de mil millones para los refugiados.
Como muestra de agradecimiento, el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, tuiteó: “El apoyo de los poderes Ejecutivo y Legislativo, del presidente Biden y del pueblo estadunidense a la lucha contra el agresor ruso es crucial”.
Por otro lado, el jefe de Estado turco, Recep Tayyip Erdogan, habló por separado vía telefónica con su par finlandés, Sauli Niinistö, y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, para abordar las preocupaciones de Ankara sobre el Partido Kurdo de los Trabajadores y (PKK) otros grupos que Turquía considera “terroristas”, y a los que ambos países nórdicos dan asilo.
“Un entendimiento que ignore a las organizaciones terroristas que suponen una amenaza para un aliado dentro de la OTAN es incompatible con el espíritu de amistad y alianza”, comentó Erdogan a Niinistö. Andersson declaró en Twitter su “aprecio” por la conversación con el presidente turco. “Esperamos fortalecer nuestras relaciones bilaterales, incluso en temas de paz, seguridad y lucha contra el terrorismo”. La presidencia de Ankara agregó en un comunicado que Erdogan le pidió a Suecia que retirara las restricciones a la exportación de armas defensivas que impuso a Turquía por la incursión de este país en el norte de Siria en 2019. Erdogan también dijo que esperaba que Estocolmo tomara “medidas concretas y serias” contra el PKK y otras agrupaciones kurdas. Suecia rechazó en el pasado extraditar a Turquía a miembros de dichos grupos.
En una llamada a Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, Erdogan planteó sus preocupaciones. “He hablado con el presidente Erdogan (...) sobre la importancia de la política de puertas abiertas de la alianza, así como sobre las solicitudes de ingreso de Finlandia y Suecia. Coincidimos en que es necesario tomar en consideración las preocupaciones en materia de seguridad de todos los miembros de la alianza y continuar las negociaciones”, escribió Stoltenberg.
En este contexto, Rusia suspendió ayer las exportaciones de gas a la vecina Finlandia que lleva casi 50 años importando combustible.
La medida de Gazprom estuvo en consonancia con un anuncio anterior, tras la negativa de Helsinki a pagar el gas en rublos, como exigió el presidente ruso Vladimir Putin a los países europeos, para evadir las sanciones que han dejado a Rusia fuera del sistema financiero.