Mesa Colorada, Son., La impecable camioneta presidencial negra terminó envuelta en polvo. Un largo trayecto dando tumbos en un sinuoso y agreste camino de terracería rumbo al corazón del territorio guarijío, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció atender las demandas del plan de justicia que entregó la comunidad, en especial uno de sus puntos centrales: la construcción de un camino que termine con el aislamiento en este recóndito lugar de Sonora, carencia asociada a otras expresiones de marginación.
Su visita a esta región del estado fue un rencuentro con la realidad aún no superada de pobreza indígena, por lo que retomó su añeja visión: por el bien de todos, primero los pobres. En esta sierra apeló a los principios, ya sea religiosos o por convicciones de izquierda, que no pueden quedarse sólo en el discurso: “Debemos atender a los pobres, a los marginados, los humillados de la tierra. Si hay justicia, hay paz. ¿Qué seríamos si no volteáramos a ver al que sufre?”
Un camino, fundamental
Construir un camino era una demanda fundamental que le plantearon los representantes de estas comunidades. La visita es histórica: “Nunca antes había venido un Presidente a reunirse con los guarijíos”, le expresó Raúl Enriquez, gobernador tradicional de Mesa Colorada.
Un preámbulo cordial antes de describirle la realidad, comenzando por explicarle por qué lo trajeron por ese camino de terracería, sólo para que atestiguara que no hay caminos. Por eso, entre muchas cosas, hay pobreza, marginación.
Juan Rodríguez, vocero de este pueblo, reclamó un rezago histórico: el reconocimiento del territorio guarijío, que habitan desde antes de la Conquista española.
No hay atención a la salud para la comunidad, no hay medicamentos ni doctores; para llevar a los enfermos y embarazadas hay que caminar largas distancias o rentar mulas para apurar el paso. Los niños carecen de opciones para seguir estudiando.
Oportunidad inédita para hablarle de los males endémicos de este pueblo originario del que, según datos oficiales, sobreviven apenas dos millares de habitantes, pero con muchas carencias acumuladas.
Algunos llegaron desde un día antes desde los diversos caseríos dispersos por la sierra para llegar a la Tierra Colorada, punto de concentración para el encuentro entre el Presidente y este ancestral pueblo.
Hasta la Sierra Madre Occidental llegó López Obrador a ofrecerles solución al plan de justicia que le presentaron, que incluye el acceso a los beneficios de la presa que se construyó en su territorio para poder superar la sequía perpetua que padecen.
López Obrador no omitió esta petición en sus primeras respuestas, porque “tenemos la paradoja de que hay presa pero no hay agua en los pueblos”. De entrada, asignó al titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes, y al gobernador Alfonso Durazo, verificar el cumplimiento a cada una de las demandas guarijías.
Pidió a los dirigentes de la comunidad entregar un proyecto para pavimentar los caminos (que en la reunión plantearon que equivaldrían a 60 kilómetros) para iniciarlo a la brevedad. De igual forma, instruyó al director del IMSS Bienestar, Zoé Robledo, atender los reclamos de salud.
La pequeña plaza del pueblo estaba llena. Miradas expectantes, rostros incrédulos aguardaron la intervención presidencial. En la hondonada que hay en medio de la sierra había algarabía y expectación por su visita.
Acompañado por el gobernador Durazo, el mandatario delineó aspectos de elemental justicia para la comunidad guarijía; les habló hasta del entorno global, el impacto de la guerra en Rusia y Ucrania, las secuelas inflacionarias mundiales y su apuesta por el relanzamiento de la producción para el autoconsumo, actividad que para esta comunidad indígena es prácticamente su modo de subsistencia. “Maíz y frijol”, resumió Dolores, guarijía que vive con eso desde hace años.
Más tarde, López Obrador fue a Etchojoa. En territorio mayo fue recibido con fiesta y danzas en su honor y la entrega del bastón de mando, pero también un caudal de demandas “que le duelen” a este pueblo, esencialmente el acceso al agua.
Histórico desde la Conquista. Todo constreñido en la propuesta del plan de justicia del pueblo mayo que entregaron al Presidente.