Buenos Aires. El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel exigió a la ministra del Interior de Reino Unido, Priti Pratel, que se oponga a la extradición a Estados Unidos de Julian Assange, fundador del portal de filtraciones WikiLeaks.
“Rechace la solicitud de extradición del señor Assange por parte del gobierno de los Estados Unidos”, señaló el argentino en una carta en inglés dirigida a la secretaría de Estado, bajo la órbita de la cartera de Interior.
El Parlamento de la Unión Europea, jefes de Estado y ex presidentes del mundo, además de académicos y referentes del derecho, expresaron “su preocupación por las violaciones de los derechos humanos, civiles y políticos fundamentales del señor Julian Assange y el precedente que sienta su persecución”, advirtió el premio Nobel.
También el Instituto de Derechos Humanos de la Asociación Internacional de Abogados “afirma que, en vista de que el señor Assange fue víctima de tortura sicológica, su extradición a Estados Unidos también sería ilegal según el derecho internacional de los derechos humanos”.
Pérez Esquivel se sumó a estas observaciones, al remarcar “las crecientes preocupaciones colectivas que se han expresado sobre las violaciones de los derechos humanos, civiles y políticos fundamentales del señor Julian Assange”.
En la defensa del Estado de derecho, la extradición reclamada por Washington es “abusiva e ilegal”, afirmó Pérez Esquivel.
“El Reino Unido, un país soberano con una larga tradición en la defensa del Estado de Derecho, debería rechazar la solicitud de extradición abusiva e ilegal de los Estados Unidos de América”, insistió.
En su carta, el Nobel recordó que la ex ministra del Interior Theresa May “detuvo correctamente la extradición de Gary McKinnon en reconocimiento de la misma condición siquiátrica que el señor Assange”.
La defensa de Assange presentó esta semana a la ministra británica una solicitud para impedir su extradición, ordenada el 20 de abril por la Corte de Magistrados de Westminster. Washington reclama la extradición del ciberactivista para juzgarlo por 17 presuntos delitos en violación de la Ley de Espionaje de 1917 y uno de intromisión informática.