Mexicali, BC., Tras permanecer archivado durante 16 años el proyecto portuario y ferroviario de Punta Colonet, en Ensenada, se convertirá en una realidad, al ser aprobado por el gobierno federal, informó el secretario de Economía e Innovación estatal, Kurt Honold Morales.
Ubicado a 200 kilómetros al sur de la frontera con Estados Unidos, en dicha bahía se construirá un puerto de altura que será una alternativa para el transporte de carga que se realiza en Long Beach, California, explicó.
En entrevista, el funcionario señaló que la Secretaría de Marina es la dependencia encargada de autorizar la concesión de la construcción y operación de esta obra al gobierno de Baja California.
“Va a ser casi el hermano menor de Long Beach y en un futuro se transformará casi en una ciudad por la inversión que atraiga; no sólo se desembarcarán productos que vienen de Asia para México y Estados Unidos, sino que también se volverá un lugar logístico para industrias y fábricas que envíen su producción a cualquier parte del mundo” indicó.
El proyecto, dijo, tiende a ser un detonador económico en la región noroeste de México, en particular Mexicali, pues incluye además un ferrocarril que trasladará mercancía hacia la frontera.
Honold Morales añadió que otro plan alterno es la transportación de amoniaco para establecer una planta de producción de fertilizantes que serán destinados a la zona agrícola del valle de Mexicali.
Entre 2004 y 2006 cuatro empresas operadoras y constructoras de puertos de altura pugnaron por obtener el contrato de Punta Colonet por parte del gobierno federal: Stevedoring Services of America (SSA División México) y Hutchison Port Holdings (HPH) de Hong Kong; Puerto Colonet Infraestructura (PCI), firma constituida por cinco socios japoneses navieros que representaba el ex gobernador panista Ernesto Ruffo (1989-1995) y el grupo Carso, del empresario Carlos Slim.
Competirá con puertos de San Diego y de California
En ese entonces se consideraba una inversión de 8 mil millones de dólares para competir con los puertos de Long Beach, San Diego y San Pedro, California, en la recepción de productos principalmente provenientes de oriente.
También se contemplaba la creación de una planta regasificadora, un centro de generación de energía eléctrica y una desaladora.
Sin embargo, la importancia de este desarrollo económico provocó una confrontación entre panistas bajacalifornianos por intereses disímbolos: Eugenio Elorduy, por una parte, con HPH, y Ruffo Appel, por otra, con PCI y finalmente la edificación del recinto portuario no se concretó.